lunes, 25 de abril de 2011

"Martes Negro" para los SEAL: Operación Redwing.



El martes 28 de Junio de 2005 iba a convertirse en el día más negro para los SEAL de la Armada norteamericana.

Dentro de la llamada Operación Redwing cuyo objetivo era neutralizar o eliminar a los líderes de los grupos del Talibán, fue infiltrado un equipo de cuatro SEAL’s en la provincia afgana de Kunar, con el fin de capturar al líder Talibán Ahmad Sha que era el jefe del grupo insurgente conocido por los norteamericanos como Mountain Tigers.

El equipo de cuatro hombres del SEAL TEAM 10 estaba dirigido por el Teniente Michael P. Murphy, y lo componían a su vez los suboficiales Matthew Axelson, Danny Dietz, y Marcus Luttrell. Tras conseguir infiltrarse en la zona con éxito, se encontraron con una de esas amenazas que los militares de Operaciones Especiales paradójicamente más temen: civiles en zona enemiga.

De izquierda a derecha:  Técnico de Sonar de 2ª Clase (SEAL) Matthew G. Axelson, 29, ode Cupertino, Calif; Suboficial experto en Sistemas de Información (SEAL) Daniel R. Healy, 36, de Exeter, N.H.; Contramaestre de 2ª Clase (SEAL) James Suh,  28, de Deerfield Beach, Fla.; Enfermero de Combate de 2ª Clase (SEAL) Marcus Luttrell; Maquinista de 2ª Clase (SEAL) Eric S. Patton, 22, de Boulder City, Nev.; Teniente (SEAL) Michael P. Murphy, 29, de Patchogue, N.Y. Con la única excepción del único superviviente, Luttrell, todos los demás fueron muertos en 28 de Junio de 2005 por fuerzas enemigas en el marco de la Operación Redwing.

Así, camino del objetivo se toparon casi frente a frente con un padre y su hijo que podían comprometer la misión. Tras discutir entre ellos qué hacer, la opinión mayoritaria fue la de dejarlos marchar, e incluso el Teniente Murphy le dio una de esas barras energéticas al muchacho con la esperanza de que no les delataran a los Talibán. Pero no fue así.

Hacia las 13:30 hrs. Un grupo de entre 25 y 50 afganos atacaron al grupo SEAL que optó por replegarse montaña abajo. En un momento determinado decidieron establecer una defensa de 360º en un punto y pedir auxilio de las tropas propias, dado que estaban ampliamente superados en número. En un primero intento, el suboficial Dietz intentó contactar con la radio del equipo, pero el entorno de montañas y su propia posición impidió la comunicación, siendo a su vez alcanzado en una mano. En ese momento, el Teniente Murphy, ignorando el riesgo que corría su vida decidió intentar llegar a un claro más despejado y llamar a través de un teléfono satélite. Sus palabras eran claras: “mis chicos están muriendo”. Fue alcanzado en el estómago y en la espalda, y aún así consiguió volver al perímetro defensivo y continuar con la defensa.


Teniente Michael P. Murphy, Medalla de Honor del Congreso.

Murphy y Axelson.

Poco después un UAV Predator llegó a la zona y el CG norteamericano pudo comprobar en directo cómo su unidad estaba rodeada por los Talibán a distancia casi de cuerpo a cuerpo, con lo que el apoyo aéreo cercano (CAS en sus siglas en inglés) era inviable y había que realizar una operación de rescate a la antigua usanza, más propia de las selvas de Vietnam en los ’70 que en las escarpadas montañas afganas en el s.XXI.
Por si la cosa no estaba ya “difícil”, la noche se les echaba encima y un amenazador frente frío estaba a punto de llegar a la zona, con lo que el mal tiempo estaba asegurado.

Unmanned Aerial Vehicle PREDATOR.

El responsable de los SEAL en Bagram, Comandante Erik S. Kristensen solicitó inmediatamente el envío de una fuerza de rescate y a su vez, los pilotos del 160th SOAR (que ya habían alcanzado fama en Somalia cuando lo de “Black Hawk Derribado”) enseguida pusieron a punto dos enormes MH-47D Chinook para la operación que serían escoltados por dos AH-64D Apache (Longbow).

Boeing AH-64D Apache Longbow.

Lamentablemente, cuando realizaban la aproximación a la zona, uno de los MH-47D que transportaba a 8 SEAL junto a sus 8 tripulantes, fue alcanzado por un RPG que entró por la rampa trasera del aparato, no pudiendo continuar el vuelo y teniendo que tomar tierra de emergencia. El piloto divisó un saliente en la montaña y trató de acercarse a él, pero entre la toma dura, y la inercia de los rotores, el enorme helicóptero rodó sobre sí mismo precipitándose al vació y muriendo sus 16 ocupantes, incluido el Comandante Kristensen.

Boeing MH-47D Chinook.

El fuego era tan intenso que el otro aparato no pudo descargar a sus hombres, teniendo que regresar a Bagram con su carga completa de SEAL’s. Mientras tanto la oscuridad llegaba y los SEAL’s de Murphy aprovecharon para tratar de romper el contacto con los Talibán. No fue posible. Tras dos horas de huída, una granada de mortero cayó muy cerca del grupo.

Cuando se despertó, el suboficial Luttrell comprobó horrorizado que dos de sus compañeros yacían muertos a pocos metros, y otro más estaba desaparecido. Conmocionado, herido y sólo, empezó a caminar ladera abajo en busca de un refugio donde pudieran rescatarle. No tardó en encontrarse con un pastor, al que encañonó.

-American! Ok!, Ok!- dijo el pastor con los pulgares en alto.
-You… Taliban?
-No, no… No Taliban.

Y así, pese a la mala experiencia con los otros civiles, Luttrell se dio cuenta que no tenía muchas opciones, y decidió acompañar al hombre de las montañas. Éste, que luego conocería como Mohammed Gulab, padre de seis hijos,  le llevó a la cercana aldea de Sabray, lo metió en su choza, y allí le empezaron a lavar las heridas y a darle leche y comida.

La avanzadísima población afgana.

Enterados los Talibán, se presentaron a reclamarlo, y ocurrió una de esas cosas extrañas que sorprenden en la guerra. Pese a que ofrecieron dinero y el peligro que los Talibán significaban para la familia y la vida del que acogiese a un enemigo, Gulab se negó a entregarlo respaldado por toda la aldea. Y pese a que el Islam ha tratado durante siglos de romper con toda tradición afgana, una de las pocas que perviven es la de amparar y proteger al que lo pide, aunque sea tu enemigo. Gulab amparaba a Luttrell, y eso era todo. Los Talibán se marcharon y no volvieron a aparecer por la zona.

Ante la incredulidad de Luttrell por lo que había contemplado, aún le quedaba por ver cómo el padre de Gulab bajó unos 8 km colina abajo con una nota de Luttrell para entregarla en el puesto avanzado de los Marines de Camp Blessing.

Inmediatamente se organizó una operación de rescate en toda regla, con apoyo de aviones de ataque A-10 Thunderbolt II y cañoneros AC-130 Spectre apoyando a los HH-60 Black Hawk de rescate. Pero tanta cautela no hizo falta. Uno de los Black Hawk aterrizó en la pequeña aldea de unas 15 chozas, recogió a Luttrell y a Gulab y los llevó a la base de Bagram sin mayores problemas. Era el 1 de Julio desde que había empezado la operación.

Pareja de A-10 A Thunderbolt II, conocido como Warthog por las tripulaciones, en una misión CAS.

Cuando los cadáveres de los otros miembros del equipo del Teniente Murphy fueron rescatados, se comprobó que el que menos tenía cinco heridas de bala o metralla en su cuerpo, y alrededor suyo indicios de entre 50 y 100 Talibán muertos o heridos.

En Bagram, Luttrell fue inmediatamente hospitalizado para curar sus heridas, mientras que a Gulab se le ofreció de todo. Desde dinero a protección para su familia. Éste rehusó a todo, y fue el propio Luttrell el que, al despedirse con un abrazo mientras le decía “Te amo, hermano”, se quitó su reloj de pulsera y se lo entregó a Gulab, quien aceptó.

Tiendas en Bagram. Comparado con otros puestos avanzados, Bagram es un hotel de lujo.

Luttrell fue condecorado por su acción con la Cruz Naval (Navy Cross), como también lo fueron sus malogrados compañeros Dietz y Axelson, éstos a título póstumo. También a título póstumo fue condecorado con la Medalla de Honor del Congreso el Teniente Michael P. Murphy.


LAS BAJAS

SEAL Team (Equipo de Murphy):
LT Michael P. Murphy, 29, of Patchogue, New York
STG2 (SEAL) Matthew Axelson, 29, of Cupertino, CA
GM2 (SEAL) Danny Dietz, 26, of Littleton, Colorado

Las bajas en el MH47D:
160th SOAR “Nightstalkers”:
Staff Sgt. Shamus O. Goare, 29, of Danville, Ohio
Chief Warrant Officer Corey J. Goodnature, 35, of Clarks Grove, Minnesota.
Sgt. Kip A. Jacoby, 21, of Pompano Beach, Florida
Sgt. 1st Class Marcus V. Muralles, 33, of Shelbyville, Indiana
Master Sgt. James W. Ponder III, 36, of Franklin, Tennessee
Maj. Stephen C. Reich, 34, of Washington Depot, Connecticut.
Sgt. 1st Class Michael L. Russell, 31, of Stafford, Virginia
Chief Warrant Officer Chris J. Scherkenbach, 40, of Jacksonville, Florida

SEAL Team (Equipo de Kristensen):
FCC(SEAL/SW) Jacques J. Fontan, 36, of New Orleans, Louisiana
ITCS(SEAL) Daniel R. Healy, 36, of Exeter, New Hampshire
Lt. Cmdr. Erik S. Kristensen, 33, of San Diego, California
ET1(SEAL) Jeffery A. Lucas, 33, of Corbett, Oregon
Lt. Michael M. McGreevy, Jr., 30, of Portville, New York
QM2(SEAL) James E. Suh, 28, of Deerfield Beach, Florida
HM1(SEAL/FMF) Jeffrey S. Taylor, 30, of Midway, West Virginia
MM2(SEAL) Shane E. Patton, 22, of Boulder City, Nevada


CITACIÓN OFICIAL DE LA CONCESIÓN DE LA MEDALLA DE HONOR AL TTE. MURPHY.

LIEUTENANT MICHAEL P. MURPHY
UNITED STATES NAVY
FOR SERVICE AS SET FORTH IN THE FOLLOWING
CITATION:

FOR CONSPICUOUS GALLANTRY AND INTREPIDITY AT THE RISK OF HIS LIFE ABOVE AND BEYOND THE CALL OF DUTY AS THE LEADER OF A SPECIAL RECONNAISSANCE ELEMENT WITH NAVAL SPECIAL WARFARE TASK UNIT AFGHANISTAN ON 27 AND 28 JUNE 2005. WHILE LEADING A MISSION TO LOCATE A HIGH-LEVEL ANTI-COALITION MILITIA LEADER, LIEUTENANT MURPHY DEMONSTRATED EXTRAORDINARY HEROISM IN THE FACE OF GRAVE DANGER IN THE VICINITY OF ASADABAD, KONAR PROVINCE, AFGHANISTAN. ON 28 JUNE 2005, OPERATING IN AN EXTREMELY RUGGED ENEMY-CONTROLLED AREA, LIEUTENANT MURPHY’S TEAM WAS DISCOVERED BY ANTI-COALITION MILITIA SYMPATHIZERS, WHO REVEALED THEIR POSITION TO TALIBAN FIGHTERS. AS A RESULT, BETWEEN 30 AND 40 ENEMY FIGHTERS BESIEGED HIS FOUR-MEMBER TEAM. DEMONSTRATING EXCEPTIONAL RESOLVE, LIEUTENANT MURPHY VALIANTLY LED HIS MEN IN ENGAGING THE LARGE ENEMY FORCE. THE ENSUING FIERCE FIREFIGHT RESULTED IN NUMEROUS ENEMY CASUALTIES, AS WELL AS THE WOUNDING OF ALL FOUR MEMBERS OF THE TEAM. IGNORING HIS OWN WOUNDS AND DEMONSTRATING EXCEPTIONAL COMPOSURE, LIEUTENANT MURPHY CONTINUED TO LEAD AND ENCOURAGE HIS MEN. WHEN THE PRIMARY COMMUNICATOR FELL MORTALLY WOUNDED, LIEUTENANT MURPHY REPEATEDLY ATTEMPTED TO CALL FOR ASSISTANCE FOR HIS BELEAGUERED TEAMMATES. REALIZING THE IMPOSSIBILITY OF COMMUNICATING IN THE EXTREME TERRAIN, AND IN THE FACE OF ALMOST CERTAIN DEATH, HE FOUGHT HIS WAY INTO OPEN TERRAIN TO GAIN A BETTER POSITION TO TRANSMIT A CALL. THIS DELIBERATE, HEROIC ACT DEPRIVED HIM OF COVER, EXPOSING HIM TO DIRECT ENEMY FIRE. FINALLY ACHIEVING CONTACT WITH HIS HEADQUARTERS, LIEUTENANT MURPHY MAINTAINED HIS EXPOSED POSITION WHILE HE PROVIDED HIS LOCATION AND REQUESTED IMMEDIATE SUPPORT FOR HIS TEAM. IN HIS FINAL ACT OF BRAVERY, HE CONTINUED TO ENGAGE THE ENEMY UNTIL HE WAS MORTALLY WOUNDED, GALLANTLY GIVING HIS LIFE FOR HIS COUNTRY AND FOR THE CAUSE OF FREEDOM. BY HIS SELFLESS LEADERSHIP, COURAGEOUS ACTIONS, AND EXTRAORDINARY DEVOTION TO DUTY, LIEUTENANT MURPHY REFLECTED GREAT CREDIT UPON HIMSELF AND UPHELD THE HIGHEST TRADITIONS OF THE UNITED STATES NAVAL SERVICE.

SIGNED GEORGE W. BUSH

Marcus Luttrell, con los padres del Teniente Murphy en octubre de 2007.

Un saludo, Skipper

No hay comentarios:

Publicar un comentario