domingo, 12 de febrero de 2012

Tropical Rangers


INTRODUCCIÓN

El 1 de Febrero de 1969, tanto el personal como los equipos del 50th Infantry Detachment (LRP) fueron reorganizados dentro de la Compañía F, 75Th Infantry (Airborne). Bajo el mando de Capitán Paul C. Schierholz, las tres secciones operativas de esta unidad fueron asignadas a cada una de las tres brigadas de la 25Th Infantry Division para obtener inteligencia militar.

Los entre tres y cuatro equipos de cada sección estaban compuestos de ocho hombres, uno de los cuales estaba cualificado como tirador selecto. Inicialmente, los equipos 1-1 al 1-4 apoyaban a la 1ª Brigada con base en la provincia de Tay Ninh.  Los equipos 2-1 al 2-3 apoyaban a la 2ª Brigada, mientras que los equipos 3-1 al 3-3 asistían a la 3ª Brigada, ambas con base en la Provincia de Hau Nghia. Posteriormente el número de equipos fue variando. Estos equipos llegaban a sus zonas de operaciones mediante una gran variedad de medios, desde las simples patrullas a pie, inserciones por helicóptero, navales o fluviales, hasta el uso de transportes blindados de personal (APC –Armored Personal Carriers-). Dentro de los sectores tan densamente poblados como eran los que habían sido asignados a la Compañía F, un método habitualmente utilizado para la inserción de un equipo era integrarlo dentro de una gran unidad de infantería, para quedarse escondidos en territorio enemigo cuando la unidad principal se retiraba. Igualmente, cuando se usaban los otros medios más ruidosos, se procuraba hacer maniobras de distracción, como por ejemplo, aterrizar en varios claros distintos cuando se usaban helicópteros, o hacer varias paradas en la jungla cuando se usaban los APC’s como si tiempos de descanso fueran.

Cuartel General de la 25th Infantry Division en Cu Chi


M-113 APC, conocido en España como TOA (Transporte Oruga Acorazado).


TROPIC RANGERS

A las 0700 horas del 2 de abril de 1970, el comandante de la 3ª Brigada, Coronel Olin E. Smith ordenó al Capitán Schierholz que enviase un par de equipos Ranger para una misión de reconocimiento a una zona táctica conocida como los “Renegade Woods”, localizada al noroeste de Saigón en el Distrito de Hieu Thien de la Provincia de Tay Ninh. Informes previos de Inteligencia y el interrogatorio a un prisionero llamado Nguyen Huong Mai indicaban la posible presencia de al menos dos grandes fuerzas enemigas de tamaño Batallón que al parecer tenían la intención de establecer una base en el área desde la que llevar a cabo operaciones ofensivas. También apuntaba en esta dirección la interceptación de una transmisión de radio del NVA, o “Yellow Jacket” como eran conocidas, que provenía de una localización específica en esta zona, donde un helicóptero de reconocimiento OH-6A Cayuse había distinguido diversas estructuras aparentemente del enemigo, bajo la espesa vegetación poco antes de las 0700 horas de esa misma mañana. Bastión enemigo desde hacía tiempo, los “Renegade Woods” eran un largo tramo de bosques con doble cubierta vegetal en medio de zonas abiertas de “hierba elefante”. El pequeño número de claros dentro de esa densa zona boscosa ofrecían una galería de tiro ideal durante las operaciones de inserción mediante helicópteros.


Impresión genérica de los Renegade Woods.


La patrulla de combate de 13 hombres seleccionada para esta ocasión estaba compuesta por los equipos 3-8 bajo el mando del Sargento Colin Hall, y el 3-9 dirigido por el Sargento Alvin Floyd, y ambos supeditados al mando del Teniente Primero Philip J. Norton. Armados con la dotación usual de armas, aparte de tres ametralladoras M-60, dos lanzacohetes ligeros M-72 LAW (Light Anti-tank Weapon), y un rifle de francotirador con mira, los Rangers tenían la misión de desembarcar cerca del lugar de la transmisión enemiga, localizar el transmisor y destruirlo, y abandonar la zona. El transporte de los Rangers se llevaría a cabo mediante un par de helicópteros UH-1 Huey de los “Mackenzie’s Raiders” (Troop D, 3rd Squadron, 4th Cavalry)  que los helitransportaría hasta un claro en el que había un enorme cráter de bomba que podría proporcionar en un momento dado algo de protección en una zona con línea de fuego libre y despejada.


Banderín de los Mackenzie’s Raiders.

Centaur 2-3, tripulado por el WO1 James Tonelli (Comandante de Aparato), Capt. Philip Tocco (Piloto), Sp5 Charles Lowe (Jefe de Tripulación) y PFC Richard Adams (Artillero de puerta).

‘Centaur 2-3’ visto desde la cabina de ‘Centaur 2-4’ aproximándose al claro donde segundos después de tomar esta foto, depositarían a los Tropic Rangers.


Allmon y Pérez en ‘Centaur 2-4’ justo antes del desembarco.


Allmon corriendo tras apearse del Huey. Al fondo se ve al Sp4 Tinney momentos antes de ser mortalmente herido.

Los Rangers fueron insertados a las 0835 horas y, cuando se aproximaban a la línea de árboles encontraron signos de reciente actividad enemiga, incluyendo un gran número de huellas de pisadas y un odre de agua colgando de un poste cerca de un manantial. No gustándole el panorama y prefiriendo tener a sus hombres bajo cobertura, el Teniente Norton lideró a su fuerza a través de la línea de árboles hacia un seto que sobresalía en medio del claro. A las 0840 horas, tan sólo cinco minutos después de haber desembarcado de los Hueys, en el momento en que el Teniente Norton y el Sargento Fred Stuckey rebasaban el seto una ametralladora ligera RPD abrió súbitamente fuego a una distancia de unos 15 metros. En esta primera ráfaga, el Teniente Norton resultó sorprendentemente ileso, mientras que el Sargento Stuckey fue herido leve y el mecanismo extractor del M-16 del Sp4 Don Purdy que les seguía quedó hecho añicos.  Norton aterrizó en un cráter de bomba de aproximadamente 3 metros de profundidad y 10 de anchura, mientras que Stuckey fue a parar a un agujero de menor tamaño. Mientras les llovía fuego desde todas las direcciones, Stuckey y el SP4 Don Purdy, consiguieron silenciar la ametralladora enemiga y a sus sirvientes con granadas de fragmentación.



Gráficos y leyenda del claro donde fueron depositados, y fotografía aérea del mismo tomada ese mismo día.

Tras solicitar apoyo aéreo, Norton decidió abandonar el cráter e intentar llegar hasta su equipo. Rodando sobre sí mismo, se puso en pie y echó a correr. Viéndolo llegar, el Sargento Stuckey abandonó su propia cobertura y agarrando al oficial de su correaje tiró de él hasta ponerlo a cubierto detrás del seto, donde por fin se reunió con su equipo. Mientras tanto, el helicóptero cañonero AH-1 Cobra que había escoltado a los transportes durante la inserción, volvió y empezó a regar la línea de árboles con su Minigun, silenciando momentáneamente al enemigo.

Dando por sentado que una ametralladora siempre suele dotar a al menos una sección reforzada, Norton llegó a la conclusión de que la misión había quedado comprometida ya que no podían enfrentarse a un enemigo de ese tamaño, y decidió la retirada de su patrulla hacia el este en dirección a un claro de mayor tamaño para llevar a cabo la extracción. Ordenando por radio al Sargento Floyd y su Equipo 3-9 que les proporcionaran fuego de cobertura en dirección al oeste, Norton dirigió al Equipo 3-8 fuera de ese sitio, sólo para encontrarse nuevamente recibiendo fuego por parte de un mayor número de efectivos enemigos ocultos en los árboles que había en el otro extremo del claro. Desplegados en línea, los Rangers combatieron obstinadamente su camino hacia la línea opuesta de árboles, donde descubrieron y destrozaron varios búnkeres fuertemente camuflados a unos cinco metros en la densa maleza.

En este punto, más tropas del VietCong empezaron a aparecer de los árboles en el lado opuesto del claro, justo en el momento que el Equipo 3-9 salía de su cobertura para unirse a sus compañeros, con al menos una ametralladora o posiblemente dos. Temiendo que el Sargento Floyd no los hubiera visto, Norton intentó contactar con él por radio, sólo para descubrir que el cable de teléfono de su radio PRC-25 había sido cercenado por una bala. Norton sólo pudo ver horrorizado cómo un cohete B-40 salía desde los árboles alcanzando al Sargento Floyd, y matando también al Sargento Mike Thomas, al que sólo le quedaban cuatro días para llegar al final de su Tour of Duty. También hirió de gravedad al SP4 Donald Tinney.

SP4 Donald Tinney, momentos antes de ser mortalmente herido.

Soldado del NVA con un lanzacohetes B-40 (RPG-2).

Norton ahora gritaba al resto del Equipo 3-9 que tomara cobertura en el cráter donde estaban protegidos sus compañeros, mientras él salió corriendo hacia los restos del Sargento Floyd al que le cogió su radio. Corriendo en Zig-Zag de vuelta al cráter, saltó dentro y se unió al resto de Rangers que quedaban, en total 10, que estaban en este momento completamente rodeados y quedándose cortos de munición. Desesperadamente, Norton intentó acoplar el teléfono de la dañada PRC-25 de Floyd en la suya propia que estaba intacta, pero los contactos estaban obstruidos con mugre.

Mientras tanto no paraban de explotar en el borde del cráter tanto cohetes B-40 como granadas de mano, hiriendo a alguno de los Rangers. En este momento, el SP4 Don Purdy, cuyo M-16 había sido dañado sin posibilidad de reparación por un impacto enemigo, cogió los dos LAW’s de la patrulla y disparó uno a los árboles más cercanos. Apuntando el segundo a uno y otro blanco, finalmente pulsó el botón de disparo… pero no ocurrió nada. El rocío de la mañana lo había inutilizado.

Otra ametralladora RPD abrió fuego desde el maldito seto y removió la tierra alrededor del cráter, impidiendo a los Ranger devolver el fuego. Entonces un soldado del NVA emergió por la línea de árboles al sur para tirar una granada de mano, pero a su vez fue eliminado por dos granadas de mano lanzadas por el Sargento Stuckey. El PFC Raymond Alimon, que llevaba una de las M-60, consumió sus 700 cartuchos además de la cinta de 50 cartuchos extra que había retirado del cuerpo del Sargento Thomas, y tuvo que contentarse con usar su M-1911 del calibre 0.45. A su vez, el Pfc Steven Pérez también consumió todas las granadas para su M-79 mientras que el PFC Kenneth Langland había disparado 860 cartuchos antes de que su M-60 dejara de funcionar, probablemente también debido al húmedo rocío de la mañana.

Frustrado por esta situación, el Assistant Team Leader, Sargento Colin Hall se puso de pie gritando “¡Estoy hasta los coj*ones de esta mierda!”, y saltando fuera del cráter, cargó directo contra el nido de ametralladoras del Viet Cong más cercano. Viendo al enorme Ranger directo hacia ellos, el equipo de tres servidores de la ametralladora entró en pánico y salieron huyendo, sólo para ser abatidos por el M-16 de Hall. Volviendo al cráter, el Sargento Hall fue alcanzado un lado por una bala de francotirador. Murmurando nuevamente “¡Mierda!”, literalmente se dejó caer dentro del cráter, se reincorporó y empezó nuevamente a devolver el fuego.

En este punto, el Sargento Charles P. Avery consiguió matar con su M-16 al sirviente del lanzacohetes, aparte de otro enemigo con un lanzagranadas capturado M-79 que había comenzado a disparar desde el lado norte del claro.

Hacia las 0920 horas los Rangers habían consumido casi todas sus municiones y habían sufrido varios fallos en las armas. Por otro lado, los helicópteros del Equipo de Apoyo Ligero (Light Support Team) también habían consumido toda su munición y casi todo su combustible limitándose a hacer pasadas a bajo nivel para asustar al enemigo. Aparte no habían estado exentos de fallos también en su armamento, ya que por ejemplo, el lanzagranadas de 40 mm del Ah-1 Cobra sólo había conseguido disparar la primera de las 250 granadas que llevaba a bordo.

Bell AH-1G Cobra ‘Centaur 47’, tripulado ese día por los WO1 Kenneth Strand y Roger Johnson.

Dentro del cráter, Norton consiguió por fin hacer funcionar la radio y solicitó inmediata extracción, pero el Capitán Schierholz, que sobrevolaba la zona en un helicóptero de Mando, le contestó que tenían que aguantar, ya que los helicópteros cañoneros disponibles se habían retirado para repostar y rearmarse. El único apoyo con que contaban en ese momento era el de los dos helicópteros de transporte y sus M-60 de puerta, que les habían llevado a ese infierno y que también estaban quedándose ya cortos de combustible.  Escuchando como el Capitán Schielholz le decía a la patrulla que iban a quedar abandonados, el Warrant Officer James ‘D.R’ Tonelli, comandante del ‘Centaur 2-3’, uno de los Hueys de transporte que aún sobrevolaban la zona y amigo de Don Purdy desde la Escuela de Entrenamiento Básico del Ejército, interrumpió el tráfico de radio comunicando al Teniente Norton: “No disparen, estoy entrando”.

A las 0922 horas, el piloto Capitán Philip Tocco realizó una aproximación a baja cota sobre las copas de los árboles y posó al ‘Centaur 2-3’ en el borde mismo del cráter con su puro de cola en dirección hacia la línea de árboles. Como un resorte los Rangers se subieron al aparato mientras el Jefe de Tripulación, SP5 Charles Lowe, mantenía el fuego de su M-60 hacia la línea de árboles y el piloto, Tocco, sacaba su revolver del cal 0.38 por su ventanilla para abatir a un Viet Cong que emergía de la maleza a unos diez metros del aparato. El último hombre en el cráter, el Teniente Norton, corrió hacia el helicóptero pero se detuvo un momento a comprobar el estado de Donald Tinney… comprobando que aún tenía pulso. Muy débil, pero aún vivo. Mientras empezaba a arrastrarlo hacia el helicóptero, Purdy y Stuckey salieron corriendo para ayudarlo y el artillero de puerta, Pfc Richard Adams, a la sazón antiguo “Tropical Ranger”, saltó del aparato para ayudar a introducir a Tinney abordo. Los cuatro hombres introdujeron el cuerpo fláccido de Tinney en la aeronave, y Purdy se deslizó detrás de ellos para mantener la cabeza de Tinney en su regazo.



Gráfico de la maniobra de Tonelli y  Toccol, e ilustración de la misma.

Sin espacio dentro de la abarrotada cabina, tuvieron que abandonar los cuerpos de los dos hombres muertos y parte del equipo, y Norton y Stuckey se colocaron sobre los patines del helicóptero agarrados a su fuselaje mientras el helicóptero intentaba despegar. En ese momento una de las M-60 del Huey se encasquilló, pero varios de los Rangers continuaron repartiendo fuego con sus armas individuales a medida que el aparato encajaba un gran número de impactos a través del suelo de la cabina y de las palas del rotor principal.

Tras sólo 30 segundos en el suelo, el sobrecargado aparato despegó con el máximo torque y severas vibraciones, y superó la línea de árboles con los 11 Rangers y su tripulación de 4 a bordo. Tras sólo unos pocos minutos en vuelo, ‘Centaur 2-3’ aterrizó en un campo cercano a Trang Bang para administrar los primeros auxilios al SP4 Tinney y redistribuir a sus pasajeros, alguno de los cuales iba literalmente colgando del aparato, antes de aterrizar finalmente en el 12º Hospital de Evacuados en Cu Chi. El helicóptero había recibido cuatro impactos de bala en puntos vitales durante la extracción y fue posteriormente inspeccionado por expertos de la Bell Aircraft, los cuales expresaron su asombro por que hubiera seguido volando.



12Th Evacuation Hospital, Cu Chi.


Zona de los impactos de bala más importantes sobre ‘Centaur 2-3’.


OPERACIONES POSTERIORES

Sobre las 0900 horas, el Teniente David Parsons, un Controlador Aéreo Avanzado o FAC (Forward Air Controller), llegó a la zona con su Rockwell OV-10 Bronco y gastó unos 1.500 cartuchos de munición tras la extracción de los Rangers, pero también recibió fuego de armas automáticas desde tierra. También sobre las 0900 horas, las Compañías B y C del 2º Batallón del 27º de Infantería fueron puestas en alerta para ser insertadas en la zona como fuerza de reacción. La Compañía B había llevado a cabo patrullas de emboscadas (Ambush Patrols) en una zona a nueve kilómetros al sur de la zona de contacto, y estaba lista para ser helitransportada de inmediato. La Compañía C había estado sirviendo como fuerza de bloqueo para un contacto del ARVN (Ejército del Vietnam del Sur) a cuatro kilómetros al sudeste. Además, la Compañía A que acababa de llegar a Cu Chi para descanso fue puesta en alerta. En resumen, el Batallón entero estaba preparado para llevar a cabo operaciones en esa área en ese mismo día. Así, a las 0925 horas, el Teniente Coronel George Custer III, Oficial al Mando del 2º Batallón, 27º Regimiento de Infantería, a bordo de un helicóptero de Mando y Control de la Compañía A del 25º Batallón de Aviación, despegó para supervisar la acción y ahí permanecería la mayor parte del tiempo de los siguientes cinco días de combates que estaban por venir.

Rockwell OV-10 Bronco.

La Compañía C, utilizando tres helicópteros UH-1H comenzó a ser transportada a una LZ próxima a la de los Rangers mientras el fuego de artillería de las Bases de Apoyo de Fuegos (Fire Support Bases o FSB’s) Hull y Hampton proporcionaban fuego de cobertura en la zona por la que se preveía que podía aparecer el enemigo. Hacia las 1100 horas, las 1ª y 3ª Secciones de la Compañía C se habían consolidado y comenzaron a moverse hacia el este, hacia la zona del contacto de los Rangers, mientras parte de la 2ª Sección se movía en rumbo paralelo a unos 300 metros al norte. A las 1140 horas ambos elementos empezaron a tener enfrentamientos. El contacto más fuerte involucró a los elementos de más al sur, que habían avanzado en una formación de dos columnas a través de una serie de áreas abiertas rodeadas por setos. La sección de vanguardia, la 1ª, fue inmediatamente frenada por una ametralladora ligera que les disparaba desde el frente. La ráfaga inicial mató al Hombre en Punta (Point Man) de la columna derecha, e hirió al Hombre en Punta de la de la izquierda. El comandante de la Sección, Primer Teniente Ronnie Clark, fue también herido en el estómago por esta ráfaga que inició un tiroteo que duró 20 minutos. A las 1217 horas el comandante de la Compañía solicitó evacuación médica por helicóptero (MEDEVAC) urgente.

Cuando esta acción comenzó, la 2ª Sección de la Compañía C comenzó a recibir fuego de armas ligeras desde el oeste (hacia su frente), pero de mucha menor entidad. El comandante de la sección, Segundo Teniente Monte Hack, pidió cobertura a los cañoneros para que le permitieran superar al enemigo y enlazar con el resto de la Compañía. Consiguió retirarse, pero fue incapaz de unirse al resto de su unidad hasta las 1400 horas, cuando la Compañía B fue transportada a la zona de operaciones. En ese momento, su hombre herido y cinco afectados por golpes de calor fueron evacuados. La 3ª Sección que había ido por el flanco derecho de la 1ª consiguió avanzar y maniobrar hacia su izquierda. El Segundo Teniente Ronald Kolb, con la 3ª Sección de la Compañía C fue muerto durante esta maniobra, y el Sargento de Estado Mayor Melvin Kalili, Sargento de Sección de la 1ª Sección, fue muerto también cuando trataba de llegar al Hombre Punta herido. El intenso fuego enemigo era muy preciso y bien dirigido. Los hombres de la Compañía C esteban inmovilizados en el sitio y tenían dificultades para localizar de dónde provenía el fuego enemigo. No pudieron salir del lugar debido al fuego de francotiradores que siguió durante seis horas después del tiroteo inicial, y tuvieron verdaderas dificultades para evacuar sus bajas. El Hombre en Punta muerto fue dejado para la noche, ya que en esa situación era imposible llegar hasta su cuerpo.

Patrulla norteamericana en la jungla vietnamita.

A las 1145 horas, un Equipo de Fuego Ligero (Light Fire Team) compuesto por dos cañoneros UH-1C de la 118ª Compañía de Helicópteros de Asalto, comenzaron a orbitar la zona de contacto tratando de localizar el fuego desde tierra junto a otros elementos aéreos entre los que se encontraba el Capitán William Wilson, otro FAC. Pero uno de los cañoneros fue derribado por el fuego de armas automáticas, aunque su piloto fue capaz de realizar un aterrizaje forzoso a unos 800 metros al oeste de la zona de contacto, pudiendo su tripulación evadirse hasta un claro más al oeste donde fue recogida por el otro helicóptero cañonero. El afuste de cohetes del lado izquierdo del UH-1C prendió fuego, saliendo los cohetes disparados sin control. Afortunadamente la tripulación ya estaba a bordo del otro aparato.


De arriba a abajo, BellUH-1 C "Huey Frog" y “Huey Hog”. Muchas veces esto era lo último que veía “Charlie”.

A las 1200 horas, otro FAC, el Capitán Wendell Brown estaba en estación sobre la zona de contracto y inquirió al comandante en tierra si quería ataques aéreos tácticos además de otro Equipo de Fuego Ligero de la Compañía B del 25º Batallón de Aviación que acababa de llegar. Este pidió inmediatamente dos ataques aéreos además del que ya estaba programado inicialmente. Así, se realizaron ataques a las 1315, 1330 y 1345 horas en una zona al oeste del contacto enemigo. A las 1337, 1357 y 1421 horas, aparatos de reabastecimiento de la Compañía A, 25º Batallón de Aviación trajeron munición extra y evacuaron a siete hombres heridos más otros cinco afectados por golpes de calor hacia Tay Ninh.

La Compañía B, 2º Batallón, 27º de Infantería, que había estado esperando en su zona de recogida desde las 0900 horas fue finalmente helitransportada para apoyar a la Compañía C. Los siete helicópteros UH-1H llevaron al Oficial al Mando, Capitán Charles Creswell junto con su elemento de Mando, la 1º Sección y parte de la 2ª en el primer vuelo. Después de un vuelo de una hora de duración, llegaron a la zona a las 1423 horas. El segundo vuelo transportó al resto de la Compañía junto con el Sargento Primero Domingo Rodríguez-Colón a las 1820 horas. El elemento del primer vuelo formó en línea con la 2ª Sección de la Compañía B a la derecha, y avanzaron 300 metros hasta enlazar con la Compañía C.



Aproximadamente a las 1445 horas empezaron a recibir fuego de armas ligeras, y realizaron un as alto frontal superando el punto fuerte enemigo que mantenía inmovilizada a la Compañía C. La 1ª Sección continuó hasta una zona abierta a su frente mediante fuego y maniobra, pero fue obligada a detenerse cuando la 2ª Sección quedó bloqueada temporalmente. En este momento el enemigo intentó maniobrar alrededor del su flanco derecho. Dos hombres que emergieron de la maleza fueron abatidos por el fuego de la 1ª Sección, uno de los cuales parecía ser un joven oficial que intentaba dirigir a más hombres. Otros soldados enemigos fueron cazados en seto y dos más fueron eliminados por fuego de los cañoneros mientras intentaban huir hacia el oeste. Este combate le costó a la 1ª Sección un servidor de ametralladora herido.


La 2ª Sección pudo finalmente avanzar, pero nuevamente, el fuego preciso de un francotirador les obligó a detenerse tras matar en rápida sucesión al Sp4 John Lyons, el RTO (Radio Telephone Operator), y al Segundo Teniente Oevil Kitchens, Observador Avanzado de la Batería B, 2º Batallón, 77º Regimiento de Artillería.


Francotirador del NVA. La carencia de medios de los nordvietnamitas muchas veces era compensada con el especial entrenamiento de sus tiradores, que tenían como objetivos preferentes a los soldados con radio y los mandos de las unidades norteamericanas.


El superado punto caliente donde la primera ametralladora enemiga había estado disparando llevaba un buen rato tranquilo, así que el Sargento Stephen Adams, un Jefe de Escuadra de la 1ª Sección de la Compañía B, junto con el Sp4 Richard Nast, un médico agregado a su sección, intentaron recuperar el cuerpo del Hombre en Punta muerto. La ametralladora volvió a disparar sobre ellos, que apenas tuvieron tiempo de cubrirse hasta que el Sp4 Orlando Noriega, un servidor de ametralladora, disparó con su M-60 y un M-16 que le cogió a su asistente silenciándola finalmente. Esta acción permitió también a los elementos avanzados comenzar a retirarse ya que se estaban quedando sin munición. Se vieron forzados a dejar dos cuerpos en el límite del punto de mayor avance, así como el del Hombre en Punta muerto, y abandonaron parte del equipo. La misión MEDEVAC de las bajas tuvo lugar a las 1533, 1545 y 1631 horas.


'Dust Off' en medio de la jungla. Muchas veces estos pilotos aterrizaban en lugares inverosímiles, pero su aparición marcaba la diferencia entre la vida y la muerte para el soldado herido.


A las 1525 horas, en Cu Chi se ordenó a la Compañía A  que se moviera a la zona de recogida para empezar a ser helitransportada en dos UH-1H a partir de las 1600 horas. Para las 1815 los últimos miembros de la Compañía llegarían a la LZ a un kilómetro al suroeste de las Compañías B y C. La retirada de estas dos compañías para establecer un perímetro defensivo donde pasar la noche cerca de su LZ fue cubierta por la artillería de las Bases de Fuego Hull y Hampton, así como por distintos ataques aéreos.


A las 1820 el segundo vuelo de la Compañía B llegó a la LZ y con él el Comandante Howard McAllister, S-3 (Jefe de Operaciones) del Batallón, quien asumiría el mando en tierra empezando por asegurar un Perímetro Defensivo Nocturno (Night Defensive Position o NDP) para las tropas que iban llegando de los combates. El Teniente Coronel Custer informó que el contacto fue roto a las 1840 horas y un vuelo de cuatro aparatos en misión de reabastecimiento trajeron entonces víveres y munición. No hubo contactos durante la noche y los soldados pudieron descansar cubiertos por helicópteros cañoneros y lanzabengalas que permanecieron toda la noche sobrevolando la zona.


En las primeras horas del 3 de abril se encomendó al 2º Batallón reconocer nuevamente la zona de los combates del día previo y recuperar los cuerpos de los cinco camaradas abandonados durante la noche, para lo que se envió una fuerza formada por las Compañías A, B y C, y la Compañía B del 2º Batallón (Mecanizado), del 22º de Infantería. Las Compañías B y C se moverían hacia el oeste desde sus posiciones y a través de la zona de combates del día anterior hacia el claro donde tuvieron el primer contacto los Ranger. Allí enlazarían con la Compañía A y la B Mecanizada que se moverían desde el sur.




A las 0745 horas, un Equipo de Apoyo Ligero de los ‘MacKenzie Raiders’ abatió a tres enemigos en la zona, lo cual provocó a su vez el primer ataque aéreo de la mañana en la zona, matando al menos a dos enemigos más. Mientras tanto las Compañías B y C se habían movido hacia la zona de contacto y esperaban mientras se ejecutaban los ataques aéreos, para posteriormente avanzar y evacuar los tres cuerpos dejados en el área durante la mañana anterior. Pararon para descansar otra vez a las 1100 horas para dejar nuevamente espacio a los ataques aéreos.


Los ataques aéreos se fueron sucediendo a lo largo de la mañana permitiendo a las Compañías B y C explorar la zona de los combates del día anterior y recuperar parte del material abandonado durante la evacuación. También les dio un respiro para comer comida caliente traída desde la LZ y finalmente consiguieron enlazar en la zona de los Rangers con la Compañía A y la Compañía B (Mecanizada) que habían avanzado desde el sur. Estas unidades tampoco habían estado exentas de contratiempos, ya que dos de los APC de la Compañía B se habían averiado a lo largo de la mañana, teniendo que ser reparados in situ.


Miembros del 25Th de Infantería sobre sus M-113 en la espesa selva del Sureste de Asia. El conductor maneja el vehículo con unos bastones, evitando así más daños en caso de ser destruido por una mina.


Aproximadamente a las 1400 horas, los FAC Capitán Brown y Teniente Parsons recibieron permiso para atacar un complejo de búnkeres que Parsons había localizado antes al ver a un NVA meterse en ellos. Tras un total de diez pasadas de los aviones sobre el blanco, de donde recibían fuego de ametralladoras y RPG’s, la fuerza enemiga salió corriendo justo hacia donde estaba la Compañía B, que los aniquiló con las armas de apoyo. Una posterior revisión de los búnkeres demostró que el enemigo estaba precisamente preparando un ataque contra la Compañía B por su flanco del lado norte.


Tras recuperar la Compañía A los cuerpos de los dos Rangers muertos, las tropas se dirigieron hacia el oeste donde estaba el UH-1C derribado, donde sobre las 1815 horas proporcionaron cobertura durante la recuperación del mismo por parte de un helicóptero pesado CH-47 Chinook. Tras esta operación las cuatro compañías convergieron al claro donde los Rangers  habían tenido su contacto y establecieron un nuevo Perímetro Defensivo Nocturno con los APC’s posicionados dando cobertura.


Helicóptero medio Boeing CH-47 A Chinook izando un UH-1C en Vietnam. Estos helicópteros recuperaron miles de millones de dólares en aparatos abatidos o accidentados.



CONCLUSIÓN


En lo que parecía que iba a ser una operación común para los LRRP, apenas tras cinco minutos sobre el terreno se desencadenó un infierno. Sin saberlo habían agitado un avispero que provocó una situación muy precaria para la unidad especial enviada, que a punto estuvo de perecer si no fuera por la iniciativa y el arrojo de la tripulación de un humilde helicóptero de transporte, un “Slick”, que despreciando su propia seguridad y encontrándose también en precarias circunstancias no dudaron en arriesgar sus vidas para salvar las de sus compañeros.


La 25Th Infantry Division subsecuentemente aerotransportó al 2º Batallón, 27º de Infantería al campo de batalla, donde se unió al 2º Batallón (Mecanizado) del 22º de Infantería con el fin de limpiar la zona. Los infantes descubrieron que los Equipos 3-8 y 3-9 habían sido insertados justo en el centro de los fuertemente atrincherados elementos del 271 Regimiento del NVA/VC. El enemigo sufrió un duro golpe en esta operación perdiendo la base de zona para dos de sus batallones. Con combates continuos durante los cinco días siguientes, las tropas comunistas perdieron a 101 muertos, 1 prisionero capturado y otros dos más que se rindieron a los norteamericanos. Por el contrario, los norteamericanos sufrieron la pérdida de 12 hombres muertos y 34 heridos.

El Sargento Alvin Floyd fue condecorado póstumamente con la Cruz de Servicios Distinguidos. El Sargento Michael Thomas y el Sp4 Donald Tinney, quien falleció de sus heridas 10 días después, fueron póstumamente condecorados con la Estrella de Plata, que también la recibieron el Teniente Philip Norton, los Sargentos Colin Hall, Fred Stuckey, y Charles Avery. Los otros seis Rangers, Sargento Sammuel P. Seay, SP4 Donald E. Purdy, SP4 Richard F. Guth, PFC Raymond L Allmon, PFC Steven Perez, y PFC Kenneth Langland fueron condecorados con la Estrella de Bronce con el pasador “V”.


Sp4 Richard Guth. Foto tomada por el Capitán Schielholz camino de la LZ.

Fue un precio muy caro para tan poco conseguido, pero por lo menos esta vez ya era seguro que todos, vivos y muertos, volverían a casa.




Un saludo, Skipper.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Operación Thunderbolt/Yonatan

INTRODUCCIÓN
El sol se estrellaba con fuerza en la pista del Aeropuerto Internacional de Atenas mientras el flamante Airbus A-300 de Air France con matrícula F-BVGG que cubría el vuelo AF-139 Tel Aviv-París se disponía a despegar. Al mando del Comandante Michel Bacos y con 248 pasajeros y 12 tripulantes, el entonces modelo estrella del recientemente formado Consorcio Europeo Airbus, nacido de una “joint-venture” entre Francia y Alemania como respuesta a la supremacía norteamericana en la construcción de aviones comerciales, surcaba el cálido aire del medio día mediterráneo un 27 de junio de 1976.

Airbus A-300 F-BVGG. Había sido entregado a Air France el 16/11/1975 y tenía el número de construcción 19 de Airbus.

A bordo, entre los ocupantes de 12 nacionalidades, incluidos cinco españoles, y con mayoría de ellos de origen israelí (84), viajaban otros cuatro muy especiales. Sobre las 12:30 hrs y poco después del despegue, una pareja alemana y otros dos pasajeros árabes, armados de pistolas y granadas, se hicieron con el control del aparato. A diferencia de la joint-venture francogermana, esta otra joint-venture palestinogermana autodenominada con el pomposo nombre “Célula Che Guevara de la Unidad Haifa del FPLP” tenía unos fines muy distintos. Sus integrantes eran alemanes del R.A.F. (Rotte Armee Fraktion o Fracción del Ejército Rojo, más conocida como Baader-Meinhoff por los apellidos de sus líderes) y palestinos del Frente Popular de Liberación de Palestina. El avión fue desviado a Bengasi, Libia, donde con la colaboración de Muhammar El-Gadaffi fue repostado y partió con rumbo desconocido, liberando antes a una joven pasajera embarazada.



En Azul, Ruta prevista del vuelo AF-139; en verde, vuelo desde Kuwait en que hicieron transbordo los secuestradores; en rojo, ruta del AF-139 una vez secuestrado. 


Horas más tarde, se confirmó que el avión había aterrizado en el Aeropuerto de Entebbe, en Uganda, cuyo régimen dictatorial presidido por el Mariscal Idi Amin, antiguo pro-israelí que se había enemistado con el Estado hebreo cuando éste se negó a entregarle cazabombarderos F-4 E Phantom II con el objetivo de bombardear a sus vecinos Kenia y Tanzania, colaboró de forma plena con los terroristas, como hacía con todo enemigo de Israel.


El Mariscal Idi Amin. Probablemente uno de los dictadores más crueles de África de los que se sabe que incluso practicaba el canibalismo.

Así, los asustados pasajeros se sorprendieron de que cuando eran llevados hacia la Terminal Vieja del aeropuerto para ser confinados, no solo les encañonaban los terroristas que habían secuestrado el avión más otros que se les habían unido in situ, sino también los propios soldados ugandeses que custodiaban el aeropuerto. Este detalle determinaría la misión a efectuar.
El avión en el aeropuerto de Entebbe rodeado de soldados ugandeses. 


ANTECEDENTES
A lo largo de todo el ciclo de guerras soportadas entre Israel y sus vecinos, conocidas globalmente como “Guerras Árabe-Israelíes”, la sensación de supremacía militar de Israel era constante, sobre todo a raíz de su aplastante victoria en la llamada Guerra de los Seis Días de 1967, en que prácticamente aniquiló a las fuerzas armadas de Egipto y Siria principalmente, y conquistó la península del Sinaí a Egipto, los Altos del Golán a Siria, y Cisjordania a Jordania. Sin embargo, el 6 de octubre de 1973 los estados árabes se tomaron la revancha y con la participación de Egipto, Siria, Iraq, Kuwait, y Jordania entre otros (hubo pilotos de Corea del Norte, “asesores” soviéticos, soldados marroquíes, argelinos, saudíes… y hasta tanquistas cubanos que no llegaron a intervenir por llegar a Damasco con la guerra ya comenzada) en lo que se conoció como la Guerra del Yom Kippur por la celebración judía en que los árabes atacaron por sorpresa, Israel se salvó por la mínima. De hecho, la poderosa Fuerza Aérea Israelí, otrora victoriosa e imbatible, estuvo a punto de sucumbir frente a los nuevos juguetes antiaéreos que los rusos habían pasado a sus aliados árabes, y se llegó al extremo de que la Fuerza Aérea de EE.UU. tuvo que ceder una treintena de sus propios Phantom II enviados con sus pilotos norteamericanos a Israel, para que, con la estrella de David pintada de prisa y corriendo en sus fuselajes mientras eran repostados y armados en bases judías, y ocupados por sus nuevos pilotos israelíes, reemprendieran el vuelo a los pocos minutos de llegar a Israel a fin de que las alas hebreas no llegaran a desaparecer del escenario de operaciones. En la guerra terrestre, dividida entre dos frentes, el norte (centrado en los Altos del Golán entre Siria e Israel) y el sur (encuadrado en el extensísimo desierto del Sinaí), la situación fue muy precaria, y por ejemplo, cuando Israel movilizó finalmente sus reservas, a la 7ª Brigada blindada israelí le quedaban 7 carros operativos de los 105 con que había empezado el día. Finalmente la situación quedó en tablas y la ONU forzó a firmar un alto el fuego entre los contendientes.

Guerras de los Seis Días y del Yom Kippur. 

Tres F-4 Phantom II israelíes sobrevolando el típico paisaje israelí.

Las consecuencias fueron dispares. Para los árabes resultó un fracaso ya que con toda la carne en el asador no habían conseguido hacer desaparecer a Israel. Su reacción fue por un lado encarecer el precio del petróleo para castigar al Occidente que había apoyado a Israel, agravando lo que se conoció como la Crisis del Petróleo, y por otro lado apoyar abiertamente a las organizaciones terroristas antisemitas y antioccidentales con la bendición de la URSS, como era el caso de las palestinas AL-FATAH dirigida por un entonces desconocido y sanguinario Yasser Arafat (entre otras cosas ordenó reventar en 1970 un autobús escolar israelí que supuso el punto de partida de lo que se conoció como el Septiembre Negro en Jordania y le catapultó como líder de la OLP (Organización para la Liberación de Palestina -una especie de confederación de grupos terroristas palestinos-), el FPLP que es la que nos ocupa, o “Septiembre Negro” que tomó el nombre por los hechos antes mencionados y que se hizo mundialmente famosa por el fiasco de Munich ’72 en que el equipo olímpico israelí fue aniquilado y que propició el nacimiento de la unidad antiterrorista alemana GSG-9, que hoy es una de las mejores del mundo.

Restos de los helicópteros Bell UH-1 D de Munich ’72 en que murió gran parte del Equipo Olímpico israelí.

Por parte israelí, les hizo comprender que no podían dormirse en los laureles y que su superioridad sobre los árabes no era tan enorme. Igualmente pudieron comprobar que Israel no podía confiar su armamento a suministradores extranjeros, ya que por ejemplo Francia que era su principal proveedor de armamento hasta la fecha, les había dejado tirados. Esto, a la par que acercó a Israel más aún a EE.UU. convirtiéndose en su casi fiel aliado en Oriente Medio, impulsó en gran medida a la industria armamentística hebrea con el excelente carro de combate Merkava como máximo exponente de las lecciones aprendidas en el Golán. Y por último, Israel impulsó igualmente a sus unidades de comandos que, lideradas por un tal Ariel Sharon, tan exitosamente habían conseguido colarse por la retaguardia egipcia destrozando las letales baterías de Artillería Antiaérea de origen ruso, lo que por fin dio un respiro a la Fuerza Aérea israelí (Heyl Ha’Avir) y les permitió apoyar a sus mermadísimas fuerzas de tierra hasta el punto de cambiar el sentido que estaba tomando la guerra. Aún así, el ambiente general de la población era muy bajo de moral, ya que eran plenamente conscientes de que su nación había estado a punto de desaparecer.


EL SECUESTRO
Pese a tratarse de un avión francés, el objetivo de los terroristas pronto quedó claro. Exigían la liberación de 53 terroristas encarcelados en Israel (40), Francia, Alemania, Suiza y Kenia (13). Por otro lado, aunque como propietaria del avión era Francia la que tendría que encargarse del asunto, Israel, como país más afectado con 84 compatriotas entre los rehenes fue el que se tomó las cosas más en serio. Aparte era el objetivo claro del secuestro como se hizo pronto evidente cuando los terroristas liberaron a todos los pasajeros a excepción de aquellos con pasaporte israelí o apellido judío. El Comandante del avión, Michel Bacos, en un gesto loable se negó a irse con los liberados ya que entendía que era responsable del pasaje en su totalidad. Le secundó toda la tripulación y se quedaron en Uganda con el resto de secuestrados. Sin embargo, este gesto tan admirable no se supo entender en Francia y al terminar todo el asunto fue sancionado por la propia Air France por no anteponer los intereses de la tripulación, ignorando el hecho de que ésta le acompañó voluntariamente. También fue voluntaria la intención de una monja que se ofreció a intercambiarse por uno de los secuestrados, pero en este caso fue obligada a embarcar con los liberados.


Wilfred Bose y Gabrielle Tiedemann, los secuestradores alemanes del R.A.F.



Distintos aspectos de la Torre de Control y la Terminal Vieja de Entebbe en aquella época.

Los terroristas ponían como plazo para cumplir sus exigencias el día 1 de julio, tras lo que amenazaban con volar el avión con sus pasajeros dentro.

Francia colaboró en este caso plenamente con Israel y no puso objeción a que los servicios de inteligencia israelíes interrogaran al pasaje sobre la ubicación de los terroristas, su número, y demás detalles para el caso de optarse por la vía de la fuerza para liberar a los rehenes. La conclusión más importante que sacaron fue la de la colaboración del Ejército de Uganda con los terroristas.



EL PLAN
En Israel, mientras aparentemente accedían a negociar con los terroristas, la realidad era que se quería ganar tiempo porque se estaban contemplando tres opciones para la liberación: la primera consistía en un desembarco anfibio desde el Lago Victoria cerca del aeropuerto. Para ello irían con lanchas compradas o alquiladas desde la orilla keniata; la segunda consistía en un lanzamiento paracaidista sobre el lago. Con lanchas neumáticas llegarían hasta la orilla, y por tierra al aeropuerto; la tercera consistía en aterrizar directamente en el aeropuerto, subir a los rehenes en los mismos aviones, e irse literalmente volando.


Como a través del pasaje liberado se sabía de la colaboración de Uganda, se descartaron las dos primeras opciones por las altas posibilidades de encontrarse con fuerzas de tierra, y se optó por la tercera. Dado el poco tiempo que contaban para organizar la operación, se llamó al Coronel Bar Lev, un antiguo amigo de Amin de cuando éste se formó en Israel en mejores tiempos, a fin de que a través de su gestión se pudiera ampliar algo el plazo dado por los terroristas. Bar Lev lo consiguió y, con la excusa de que Amin iba a estar fuera del país, se alargó el plazo hasta el 4 de julio.

 
La lotería les tocó a los encargados de la operación cuando descubrieron que la terminal donde estaban recluidos los rehenes con sus captores había sido construida por una empresa israelí, con lo que disponían de planos exactos del lugar. E igualmente, como Israel había formado militarmente a Uganda, había multitud de oficiales que conocían a la perfección las instalaciones militares de la base aérea de Entebbe, con lo que todos los testimonios fueron valiosísimos. Realmente había posibilidades de éxito.


LA MISIÓN
Bajo mando del General Dan Shomron y contando entre sus oficiales con el Teniente Coronel Yonatan Netanyahu, hermano mayor del que sería Primer Ministro Benjamín Netanyahu, se pone en marcha la Operación Thunderbolt. Se asignan a la misma las unidades especiales Sayeret Matkal (conocida como Unidad 269 de Reconocimiento especializada en antiterrorismo), la de Reconocimiento de Infantería Sayeret Golani, y la Sayeret Tzanhanin de Paracaidistas. Igualmente se dota a la misión de 5 aviones C-130 Hércules (cuatro para la misión más uno de reserva), así como dos reactores Boeing 707, uno medicalizado y el otro reconvertido en plataforma de comunicaciones, que es la forma eufemística de referirse a un avión espía. Se decide que para tener garantías de éxito los rehenes deben ser liberados en menos de 55 minutos desde que ponga en tierra el primer soldado israelí, y se establece como hora del rescate las 23:00 hrs. del 3 de julio (que corresponderían a la 01:00 hrs. del 4 de julio en Entebbe). Estamos en las últimas horas del 1 de julio, con lo que no hay tiempo que perder.


General Dan Shomron, Jefe de la misión.

Teniente Coronel Yonatan Netanyahu. Hermano mayor del que luego sería Primer Ministro, Benjamín Netanyahu, lideraría a las tropas en tierra.

Los entrenamientos son frenéticos e incansables. En la base de Sirkin se construye una réplica a escala real de la terminal que deben tomar los comandos. Igualmente, y aunque se pretende aprovechar el espacio entre dos vuelos programados en Entebbe para contar con que la pista esté iluminada, en previsión de que las luces de ésta sean apagadas desde la torre, las tripulaciones de los Hércules ensayan una y otra vez aterrizajes a oscuras en medio del desierto. Mientras tanto se ha buscado una enorme limusina Mercedes-Benz igualita a la de Amin, y se ha pintado de negro con sus banderines presidenciales.

La famosa limusina Mercedes-Benz negra, cuando era descargada de un Hércules al finalizar la misión.

Finalmente, el mismo 3 de julio despega la fuerza de asalto. Volando a menos de 30 metros sobre las olas del Mar Rojo para evitar la detección por parte de los radares egipcios, saudíes y de los buques de la Marina Soviética en la zona, les espera un vuelo de siete horas y media para los Hércules, dos menos para los reactores B-707. Mientras llega el resto de la fuerza, el avión medicalizado aterriza en el aeropuerto de Nairobi, en Kenia, a la espera de los acontecimientos por si hubiera de ejercer de hospital de campaña.


EL RESCATE

Vista general de donde tuvieron lugar los hechos.

En la oscuridad de la noche sólo se ven las luces de la pista y plataforma del aeropuerto de Entebbe. Con una precisión asombrosa, el primer Hércules aterriza en la pista a las 23:01 minutos y sin que el avión esté detenido, comienzan a bajar comandos Tzanhanin para colocar balizas a lo largo de la pista, en previsión de que apaguen finalmente las luces desde la torre. Con la rampa trasera bajada y en movimiento, desciende del C-130 el enorme Mercedes-Benz escoltado por dos Land-Rover. Llevan distintivos ugandeses, pero dentro van 35 Matkal israelíes. A velocidad moderada se dirigen hacia la torre de control simulando ser el presidente Amin, llegado de su viaje antes de tiempo, pero cuando faltan apenas unos 30 metros para llegar, dos guardias ugandeses les dan el alto.

Pese a que iban con uniformes ugandeses de origen francés, y los vehículos lucían distintivos oficiales, prefieren no exponerse a ser reconocidos, y deciden eliminarlos con armas con silenciador. Pero algo falla. Uno de los ugandeses cae en redondo, pero al otro se le escapa un tiro de fusil, con lo que se pierde de golpe el factor sorpresa.

Esquema de la Operación Thunderbolt.

Se dividen entonces los israelíes en tres grupos, de los cuales el primero debe tomar la torre y los dos restantes la Terminal Vieja y la Terminal Nueva. Mientras que el primer objetivo no reviste problemas, de la Terminal Vieja salen varios terroristas y soldados sorprendidos por los disparos, que son rápidamente abatidos por los comandos. En la Terminal Nueva aparentemente no hay más movimiento que el habitual de un aeropuerto, pero cuando uno de los comandos israelíes sube a posicionarse en la azotea, un policía ugandés escondido en un lavabo le dispara dejándolo paralítico. El policía es inmediatamente abatido por sus compañeros.

Torre de Control de Entebbe antes de su reciente restauración para convertirla en museo (foto inferior). Son perfectamente visibles los disparos realizados por los Golani y Matkal israelíes.


Por megafonía los comandos a través del soldado Amos Goren repiten en inglés y yiddish “Somos de las Fuerzas de Defensa de Israel. Échense todos al suelo”. Uno de los terroristas empieza a disparar a los adormilados rehenes, pero inmediatamente es liquidado. Desgraciadamente, uno de los rehenes, tal vez por el shock, no se tira al suelo, y entre la confusión y la oscuridad también es abatido. Otros dos terroristas que intentaban confundirse entre los rehenes fueron muertos cuando estos les delataron. No habían pasado tres minutos desde que habían aterrizado y ya todo había terminado. El edificio estaba tomado y en el suelo yacían 13 terroristas (6 palestinos y 7 alemanes), una treintena de soldados ugandeses y tres rehenes, uno de ellos abatido por error y el otro asesinado.

Mientras tanto, en la torre parecía estar todo controlado, pero en un descuido un soldado ugandés escondido consiguió disparar y matar al Teniente Coronel Yonatán Netanyahu, constituyendo éste la única baja israelí de la operación.

M113 israelí descendiendo de un C-130 Hércules.

Cuando aún resonaban los ecos de los disparos, a las 23:06 aterriza el segundo Hércules que llevaba más comandos y dos APC M113 (Armored Personal Carrier, o como son conocidos en España, Transporte Oruga Acorazado –TOA-) que se dirigieron inmediatamente a apoyar la toma de la torre de control y evitar una reacción ugandesa. Dos minutos más tarde aterriza el tercer Hércules con otros dos M113 y más comandos, que se dirigen inmediatamente a la plataforma militar del aeropuerto donde acribillan con sus ametralladoras M2 de 12,70 mm (Cal .50) a siete Mig-21 Fishbed y cuatro Mig-17 Fresco de la Fuerza Aérea Ugandesa, evitando así una posible ulterior persecución de los indefensos Hércules.

Recreación del sabotaje de los MIG de la película “Raid on Entebbe”.


Restos de los MIG en la actualidad.

Con la situación ya controlada, los comandos no involucrados en la protección y atención de los rehenes se dedicaron por un lado, a repostar a los Hércules en las propias instalaciones del aeropuerto, mientras que otro grupo de Golani se dispuso a establecer un perímetro exterior de protección, ya que se temía sobre todo la amenaza de refuerzos desde la capital, posiblemente con carros T54 de origen soviético que, aunque estuvieran completamente desfasados podían hacer una escabechina en los ligeramente blindados M113 y dar la vuelta a la situación.

Con el aeródromo tomado y asegurado, aterriza el cuarto Hércules que carretea directo a la Terminal Vieja. Allí empieza a desembarcar personal médico y sanitario para preparar a los rehenes, muchos de ellos aún impresionados por el asalto y desorientados por las circunstancias, para su inmediato traslado a la libertad. Dadas las precarias condiciones, sobre todo psicológicas, en que se encontraban los rehenes, este momento se tomó más tiempo del deseado y el avión no pudo despegar hasta las 23:52 hrs. Apenas faltaban 3 minutos para cumplirse el plazo máximo de 55 minutos para garantizar el éxito de la misión.

C-130 Hércules de la USAF frente a la Terminal Vieja de Entebbe. En este caso se trata de una misión distinta, ya que llevaban comida y medicamentos a los refugiados de Rwanda, pero nos da una idea de qué aspecto presentaría la zona en el transcurso de la Operación Thunderbolt.

Los Golani del perímetro dan la voz de alarma: llegan los temidos refuerzos desde la capital. Desde Nairobi, el B-707 medicalizado confirma que el Gobierno de Kenia autorizará el reportaje de los aviones en su territorio, por lo que se decide suspender las operaciones de reportaje en Entebbe y reembarcar a las tropas lo antes posible.

Dejando un reguero de granadas de humo y trampas explosivas, los comandos van embarcando paulatinamente en los aviones, despegando el último de ellos sobre las 00:30 hrs. mientras las tropas ugandesas estaban comenzando a llegar a los arrabales del aeropuerto. En 90 minutos se ha resuelto la operación con todo éxito, y los aviones se dirigen a Nairobi para, tras repostar sus tanques, volver a Israel escoltados por cazas F-15.


Ruta de ida y vuelta de los elementos de la Operación Thunderbolt.


EL REGRESO
La vuelta a Israel tuvo un sabor agridulce. Por un lado, como es de suponer este secuestro tuvo gran repercusión internacional, y pese a las reticencias del Gobierno de Uganda, algunos periodistas, sobre todo franceses, habían conseguido llegar a Entebbe para cubrir la noticia. Fueron estos los que avisaron casi en directo a sus respectivas redacciones sobre la brillante operación de rescate israelí, y así, mientras los comandos y los liberados estaban aún volando el Mar Rojo, la noticia ya era conocida en todo el mundo. Tanto es así que miles de personas se concentraron en el aeropuerto de Tel-Aviv para darles la bienvenida, incluidos un nutrido número de familiares.



Distintos momentos de la llegada de los comandos y sus rehenes. En la última foto se aprecia a la izquierda al Comandante Michel Bacos, otro de los “héroes” de aquellos días.

Pese a que cualquier operación de comandos siempre se procura mantener el secreto y de hecho sólo suelen conocerse cuando han resultado un fiasco y se ha “descubierto el pastel”, el Gobierno de Israel tuvo que asumir que esta vez no se podría tratar el tema con la deseada discreción, y se decidió hacer públicos los detalles generales de la operación. Así, se le decidió cambiar el nombre de Operación Thunderbolt por el de Operación Yonatan, en honor de la única víctima que tuvieron los asaltantes, y se aprovechó la ocasión para devolver la autoestima a las fuerzas armadas israelíes, y a la nación en general, cuya moral andaba por los suelos desde la Guerra del Yom Kippur, como ya habíamos mencionado.

La parte agridulce sin embargo se llama Dora Bloch. Esta ciudadana alemana de origen judío fue llevada al Hospital de Kampala durante el secuestro, con total desconocimiento por parte de los israelíes. Su cuerpo sin vida apareció días más tarde en una cuneta, y todo apunta a que fue el propio Amin el que ordenó ejecutarla para desquitarse por el paseo militar que habían protagonizado sus odiados israelíes en su patio trasero.


CONCLUSIÓN
Al margen de toda consideración moral y discusiones a favor o en contra de su política interna, la realidad es que el actual Estado de Israel ha vivido con su existencia amenazada desde su creación en 1948. Los israelíes son conscientes de que la primera guerra que pierdan puede ser la última y de ahí que guarden tanto celo a la preparación y calidad de sus fuerzas armadas, consideradas de las mejores del mundo. Como hemos visto, esto ya lo olvidaron una vez, durante la Guerra del Yom Kippur y casi les cuesta la derrota y la desaparición. Y también, como hemos visto, aprendieron la lección, pudiendo desarrollar una operación de rescate donde implicaron a más de 200 personas con tan solo dos días de preparación, y dos únicas bajas, un oficial y un rehén. Sin duda, todo un mérito.

Un saludo, Skipper.