lunes, 25 de abril de 2011

DOMINGO, 4 DE ABRIL DE 2004 (1ª PARTE): EL LADO AMERICANO

“BLACK SUNDAY” DE SADR CITY (BAGDAD) 
INTRODUCCIÓN

El primer pelotón de la Compañía C, 2º Batallón del 5º Regimiento de la 1ª División de Caballería (Aeromóvil) con indicativo “Commanche Red 1”, no estaba pasando por nada parecido al tradicional Domingo de Ramos que habituamos a contemplar en nuestras ciudades. De hecho lo estaban pasando mal, muy mal, y para colmo de males no podían moverse de allí puesto que uno de sus vehículos estaba destrozado y no había transporte para todos.

Y el barrio de Bagdad conocido como Sadr City no era precisamente el paraíso. Marginado ya en época de Saddam Hussein, esta zona de la población era una de las más pobres y a la vez una de las más pobladas, y el sentimiento de sus habitantes era acorde a su situación: odiaban a los del resto de la ciudad, y por supuesto, odiaban a sus nuevos “vecinos” norteamericanos.


Barrio de Sadr City.

Pese a los esfuerzos de éstos por reconstruir esta parte de la ciudad en la que ya habían invertido ingentes cantidades de dólares a través del Consejo Asesor del Distrito (CAD), el auge del fundamentalismo islámico liderado por el clérigo Muqtada Al-Sadr no compensaba para nada la balanza, y convertían a este barrio en un polvorín para aquel que quisiera aventurarse en él, aunque fuera para dar comida o agua.

A todo esto nos encontramos en un momento en que se estaba llevando el mayor relevo de fuerzas desde la Segunda Guerra Mundial. 130.000 soldados norteamericanos salían del país mientras otros 110.000 llegaban, y así, mientras algunos habían empaquetado hasta la munición, como era el caso del 2º Batallón del 37º Regimiento Acorazado “Iron Dukes”, otros estaban apenas tomando contacto con su nuevo hogar durante los próximos meses, como también era el caso de los ya mencionados hombres de la 1ª División de Caballería (Aerotransportada), el “First Team”.

Escudo de la 1ª División de Caballería (Aeromóvil) “First Team”.

Escudo de la 1ª División de Caballería Acorazada “Old Ironsides”.

37º Regimiento Acorazado “Iron Dukes”.

Por si fuera poco, en la lejana ciudad de An Najaf había ocurrido un lamentable hecho que a los españoles nos pilló de lleno, como podremos ver próximamente: un equipo SEAL norteamericano había detenido a uno de los lugartenientes de Muqtada Al-Sadr, el clérigo Mustafá Al-Yaqubi. Habían tirado la cerilla dentro del polvorín.

Muqtada Al Sadr, líder religioso y cabeza visible del autodenominado “Ejército del Mahdi”



LA EMBOSCADA

El 1PL C/2-5 CAV lo componían 19 hombres fuertemente armados que viajaban en 4 HMMWV blindados escoltando un convoy de 3 camiones de recogida de aguas residuales, al mando del 1er Teniente Shane Aguero. Tras dejar a los camiones la patrulla siguió internándose en el peligroso barrio, llegando a requerir a una multitud armada frente a una mezquita la entrega de las armas. Ante la negativa de los militantes de efectuar la entrega y viéndose en inferioridad numérica, decidieron continuar la misión y dejar ese “trabajo” para otro día. Sin embargo a medida que avanzaban se vieron rodeados por una multitud estimada en unas 200 personas que les cortaba el paso. El ambiente se empezaba a caldear y la tensión se respiraba en el ambiente. Lo inevitable pasó y empezaron a recibir disparos de lo que parecía era un tirador aislado. Cuando aún trataban de determinar el origen de los disparos pronto se vieron recibiendo descargas desde lo alto de varias azoteas y lo callejones colindantes, y sin apenas darse cuenta, estaban rodeados de barricadas de neumáticos y maquinaria ardiendo, cuyo negro humo limitaba la visión a no más de 300 metros. Cuando empezaron a recibir granadas de RPG ya era evidente que no era una confrontación casual, sino una emboscada bien planeada. Casi al empezar el tiroteo, el Sargento Chen fue alcanzado y murió en el acto. Al mismo tiempo dos de los Humvees recibieron impactos y quedaron fuera de servicio, uno de ellos ardiendo como una tea, y la patrulla se encontró a sí misma tratando de sobrevivir a lo que parecía iba a ser una auténtica carnicería. El Teniente Aguero ordenó bajarse de los vehículos y hacerse fuertes en un edificio colindante donde podrían emplazar las ametralladoras. Sin embargo, el Soldado Swope decidió permanecer en uno de los Hummers a fin de mantener el contacto de radio con las fuerzas propias. Este acto resultó ser decisivo y le supuso a su autor una de las Estrellas de Plata que se concedieron por los hechos de aquel día.

HMMWV blindado por las calles de Bagdad.

1LT Shane Aguero, US Army.


Mientras tanto, toda Sadr City se había levantado en armas, y los combates se daban por doquier, con lo que pronto se hizo evidente que las ligeras compañías de Humvees de sus hermanos de unidad no serían suficientes para rescatar a sus compañeros. De hecho, en el segundo equipo QRF (Quick Response Force) enviado hubieron de lamentar la muerte de dos de sus componentes casi nada más salir de la base de Camp War Eagle, el soldado Casey Sheehan y el Cabo Foster Jostes. Poco después le tocaba el turno al soldado Ahmed Cason, mientras que en la unidad sitiada también tendrían más bajas: los soldados Robert R. Arsiaga, Israel Garza, Stephen D. Hiller, amén de varios heridos… Se necesitaba algo “más fuerte” para rescatarlos.





LLEGA LA CABALLERÍA

El 3er Pelotón de la Compañía C del 2º Batallón del 37º Regimiento de Caballería (Crusader Blue) era la fuerza QRF de los “Iron Dukes”. Sin embargo, en plenas tareas de repliegue solo contaban con 4 carros M1A1 Abrams disponibles. De hecho, la Compañía ya tenía 4 carros en Kuwait listos para ser embarcados, y los que quedaban estaban con la munición justa mientras eran preparados para su largo viaje de vuelta a casa; pero aún así cruzaban la Puerta 2 de la base colindante con el Monumento de los Mártires tan sólo diez minutos después de ser requeridos, en dirección NE a lo largo de la Ruta llamada AEROS para continuar en dirección NW por la Ruta FLORIDA tras la cual vendría la Ruta DELTA en dirección NE otra vez. Fue en esta última donde Crusader Blue tuvo los primeros contactos con el enemigo justo al norte de las oficinas del Consejo Asesor del Distrito (CAD) que era el organismo de la CPA (Coalition Provisional Authority) encargado de la reconstrucción de la zona. Durante varios minutos recibió impactos de armas ligeras y varias granadas de RPG desde los edificios del lado oriental de la ruta, ninguno de los cuales alcanzó a los carros. Los cuatro componentes de Crusader Blue respondieron al enemigo de ambos lados de la carretera con las ametralladoras coaxiales al cañón de calibre .50 (12,70 mm), sus hermanas M2 del Jefe de Carro, las M240 de 7.62 mm de la escotilla del Cargador del carro, carabinas M4 y pistolas M9. Curiosamente, un número nada desdeñable de los atacantes vestía uniforme de la Policía Iraquí. El 1er Teniente Dean al mando de la sección ordenó sin embargo continuar abriéndose paso hacia el norte. Al llegar a la siguiente ruta, la GOLD y cuando ya llevaban avanzados unos 500 metros de esta ruta situada al NE de DELTA, Crusader Blue sufrió sus primeras bajas. El Sargento Mike Mitchell que servía como Cargador en el carro del Sargento Mayor Deaton murió de forma instantánea cuando una bala le penetró por su ojo derecho siendo frenada por el casco del infortunado soldado. A su vez, el Cabo Sanders, Cargador del carro del Teniente Dean, recibió un impacto en el brazo izquierdo con agujeros de entrada y salida limpios, y el propio Teniente Dean fue herido en el cuello y hombro izquierdo por una esquirla procedente de la detonación de una granada RPG que impactó en su carro sin mayores consecuencias.

Carros M-1 A1 Abrams atravesando barricadas en Bagdad.

General Dynamics (Chrysler Defense) M1A1 Abrams. Se ve claramente la situación del Jefe de Carro sobre la torreta, a la izquierda en la foto, y del Cargador, a la derecha en la foto. Justo al lado del cañón se puede observar a su vez el tubo protector del cañón de la Browning M2 coaxial de calibre 12,70 mm (0.50).

El Sargento Deaton, comandante del carro que iba en cabeza vio morir a su lado al Sargento Mitchell, por lo que decidió sacar el carro fuera de la Ruta DELTA donde pudieran retirar el cadáver. Giró hacia el SE en busca de la Ruta CHARLIE seguido por el resto de la sección Crusader Blue. El 1er Teniente Dean ordenó a su sección seguir a su carro de vuelta a la Ruta DELTA para continuar el ataque, pero en ese momento el Oficial Ejecutivo de la Compañía, 1er Teniente John Caulwell informó al elemento Crusader Blue que tendrían que llegar hasta un Puesto de Control que había en la intersección entre las Rutas AEROS y COOPER para poder atender a los heridos y retirar el cadáver. El Teniente Dean movió su carro de vuelta a DELTA en dirección NE mientras el resto de la sección fue al Puesto de Control indicado.

Por otra parte y bajo su cuenta y riesgo sin que nadie se lo ordenara, el 1er Teniente Ken Ballard se las ingenió para llevar unos cuantos Humvees blindados de la sección Crusader White cargados de munición y aparatos de visión nocturna a este Puesto de Control.

El Cargador del carro del Teniente Dean, Cabo Sanders, informó a este que el resto de la sección no le había seguido de vuelta a DELTA, con lo que Dean se dirigió hacia donde estaban las oficinas del Consejo Asesor del Distrito donde había fuerzas propias, y ordenó al resto de los carros que se reunieran con él en esa posición una vez regresaran del Puesto de Control, a fin de poder continuar el ataque.

En el Puesto de Control fue descargado el cuerpo sin vida del Sargento Mitchell y el Teniente Ballard seleccionó al soldado Long de Crusader White para que ocupara su puesto. Tras reamunicionar, los tres carros de Crusader Blue fueron al CAD para reunirse con su jefe, el Teniente Dean.
Mientras todo esto ocurría, el jefe de la Compañía, Capitán John C. Moore se apresuraba a reunirse con su unidad desde la base de Camp Cuervo, no sin antes preparar los 3 carros restantes que le quedaban a compañía en Irak a fin de unirse con la sección Crusader Blue y formar una fuerza de ataque más consistente.

Puerta de Camp Cuervo cuando era conocido como Camp Muleskinner.

Siguiendo la misma ruta que la sección Blue, Moore se dirigió hacia el CAD a bordo de su carro (Crusader 66) y otros dos de la sección Crusader Red, elevando la fuerza de la unidad a siete imponentes M1A1 Abrams. Cuando enlazó con la sección Blue y dado que las radios de su carro de mando estaban inoperativas, Moore se dirigió al carro del Tte. Dean, ocupando su puesto y pasando éste al lugar del Cargador. El desplazado Cargador de Dean a su vez, Cabo Sanders, fue a ocupar el puesto de Jefe de Carro en el incomunicado Crusader 66 de Moore.

Columna de Abrams en movimiento.

El Capitán Moore era consciente que la unidad Commanche Red llevaba aislada y bajo fuego continuo durante más de una hora, y no quería retrasar más su rescate, así que, una vez recibido el informe del Tte. Dean decidió formar a su fuerza en una columna doble con su carro liderando la fila de la izquierda, y el del 1er Teniente Fittro liderando la fila de la derecha. Los carros del Cabo Calmes y el Sargento Deaton completaban la hilera izquierda, mientras que los del Cabo Franklin y el Sargento Jordan completaban la derecha. El carro del Sargento de Estado Mayor Whorthington con indicativo Crusader Blue 3 se quedaba en las instalaciones del CAD para apoyar la seguridad de este lugar, junto con un número indeterminado de soldados del 2-5 de Caballería cuyo Humvee había sido destruido mientras intentaban el rescate de sus compañeros de Commanche Red.

A tan sólo 300 metros al norte del CAD la fuerza de ataque ya se enfrentó a un intenso fuego de armas ligeras desde ambos lados de la calle. Respondiendo al fuego con las ametralladoras coaxiales del calibre .50 continuaron moviéndose para encontrarse  con fuego de RPG’s  unos 200 metros antes de llegar a la Ruta GOLD. El fuego enemigo era cada vez más preciso y así, el artillero del carro del Tte. Fittro decidió neutralizar el punto desde el que provenían los disparos de RPG que se encontraba a unos 500 metros al frente, con un disparo de munición HEAT (High Explosive Anti Tank) del poderoso cañón de 120 mm del carro.

M1A1 Abrams disparando un proyectil de 120 mm. Nótese el detalle de la “nevera táctica”.

Tras alcanzar GOLD el fuego se intensificó, recibiendo no menos de doce disparos de RPG sin que llegaran a explotar aparentemente por haberlas disparado fuera de alcance cayendo al suelo antes de llegar a los carros y deslizándose en alguna ocasión por debajo de ellos sin mayores consecuencias.

El enemigo empezó a utilizar los callejones colindantes, escaparates de tiendas y las azoteas de un edificio de almacenes para acosar a la fuerza atacante. Era un enemigo perseverante y decidido, muchos de ellos con la suficiente paciencia táctica como para esperar a que los carros estuvieran a menos de 150 metros para empezar a dispararles. Pero, si bien esto les facilitaba una mayor precisión en sus disparos, hacía a su vez casi imposible la huída por los estrechos callejones ante el fuego de respuesta de los carros.

Poco a poco y coincidiendo con el ocaso del día la columna se iba acercando al Mercado Meredi, donde había una enorme rotonda presidida por una estatua de Sadr y en la que comenzaba el bulevar de mismo nombre. En esta zona había un enorme número de puestos de venta, kioscos y tenderetes que facilitaban enormemente la cobertura para los milicianos e impedían a su vez el movimiento giratorio de las torres de los carros, por lo que Moore ordenó a todo aquel que no lo estuviera haciendo ya, que asomaran por las escotillas para proseguir la pelea con las ametralladoras de dotación y sus armas individuales a fin de proteger los vulnerables flancos de la columna.

Mercado Al Maridi, en el corazón de Sadr City.

Dada la dificultad del sitio, el Capitán Moore ordenó al carro del Sargento Deaton que le adelantase por la izquierda y estableciese una posición de Apoyo de Fuegos (Support By Fire o SBF) en el flanco izquierdo de la compañía  mientras el resto de los carros formaban en una única fila a su derecha para poder atravesar la estrecha zona de tenderetes de camino a DELTA. El escenario del mercado era de un tiroteo continuo, sin pausa, donde la unidad norteamericana respondía al  fuego con todo aquello que disparase algo, desde las poderosas coaxiales del calibre .50, pasando por las de mismo calibre de los Jefes de Carro, las M240 de los Cargadores, y el armamento individual en forma de carabinas M4 y pistolas M9. La SBF del Sargento Deaton permitió al Tte Fittro situar su carro a la cabeza de la columna, seguido por el carro del Capitán Moore y el resto de la unidad que se habrían paso escupiendo balas en todas las direcciones a unos enemigos que a veces se encontraban a menos de 20 metros de sus vehículos.


Superado el mercado volvieron a formar en columna doble mientras por radio les confirmaban que Commanche Red se había hecho fuerte en un grupo de edificios al NW de DELTA. Puesto en contacto directo con la unidad aislada, el Capitán Moore informó al Tte Aguero de sus intenciones de evacuar a sus muertos y heridos sobre sus carros mientras que los que pudieran andar lo harían en los Humvees supervivientes de la sección aislada. No era muy ortodoxo, pero era una solución viable, y en ese momento no tenían muchas más alternativas. A este fin, el Tte. Aguero se dispuso a preparar a sus hombres para la llegada de los blindados de Moore.

Finalmente y con el sol ya bajo el horizonte, la columna de Moore consiguió llegar cerca de donde Commanche Red había estado disfrutando de su particular Domingo de Ramos. De los 19 hombres que componían la unidad al comenzar el día, 7 yacían muertos y al menos otros 4 heridos, aunque éstos no lo eran de gravedad.

La carrera desde el CAD hasta la posición de Commanche Red había sido de unos 4 km en los que no se había parado de combatir durante la hora y media que se había tardado en recorrerlos.  Pero aún tenían que llegar hasta ellos a través de las barricadas y obstáculos que habían impedido a Commanche Red salir con sus Humvees, y por si eso era poco, quedaba la vuelta, y esta no iba a ser nada fácil, ya que al cansancio acumulado había que añadir la oscuridad de la noche.



Llegando a la posición defensiva de Commanche Red, la ruta DELTA era muy poco transitable dada la gran cantidad de barricadas y obstáculos de todo tipo, desde aparatos de aire acondicionado a frigoríficos o neumáticos ardiendo con que había sido sembrada. Tantos obstáculos obligaban a establecer múltiples SBF a lo largo de la ruta mientras los dos carros de cabeza, el de Fittro y el de Moore indistintamente maniobraban para aplastar con sus enormes moles los obstáculos a fin de que pudieran ser sorteados por los Humvees supervivientes de Commanche Red cuando salieran de allí. Esto añadía la preocupación de que uno de los pesados Abrams pudiera romper sus cadenas con estos obstáculos por lo que la maniobra no podía hacerse de prisa y corriendo, pero afortunadamente no ocurrió así.


Mientras la columna avanzaba había que ir limpiando y asegurando los callejones laterales para evitar disparos de RPG a corta distancia y por detrás, que podrían haber inutilizado alguno de los carros. El fuego en esta posición era muy intenso y Moore rehizo el avance con dos columnas laterales de dos carros y una central que protegiera la retaguardia y asistiera al flanco que fuera necesario. Recibiendo fuego desde los tejados y callejones, los carristas emplearon sus M240, Cal .50 y M4 a discreción y consiguieron por fin enlazar con Commanche Red.



EL RESCATE

Mientras los elementos de Crusader Blue tomaban posiciones defensivas y aniquilaban decenas de enemigos que atacaban desde los callejones que desembocaban a su posición, Moore se apeó de su carro y corrió al lugar donde se atrincheraban los soldados asediados desde esa mañana, y tras ponerse al tanto de la situación con el Tte. Aguero, ordenó que hicieran un recuento de armamento, munición y equipo y se prepararan para la evacuación en los términos acordados previamente. En medio de un inmenso tiroteo abatiendo enemigos a menos de 100 metros, los muertos y heridos fueron colocados sobre el carro de Moore mientras los soldados que habían permanecido aislados se acomodaban en los tres Humvees utilizables. Un cuarto Humvee estaba completamente destruido y debía ser abandonado en el lugar.





Tras repeler los asaltos del enemigo desde el norte que incluyeron al menos la tentativa de tres ataques con furgonetas y todoterrenos que fueron sistemáticamente destruidos por los carros, y tras media hora de preparativos, la columna se dispuso a regresar de vuelta a Camp War Eagle.


Sin dejar de disparar, los vehículos se dirigieron al NE en dirección a DELTA para luego girar al SE por la Ruta SILVER. Ésta era muy estrecha y el convoy tuvo que formar en una sola columna con el carro de Moore a la cabeza, seguido por los de Deaton, Fittro, Franklin, dos Humvees, Calmes, el tercer Humvee y Jordan cerrando la Marcha. El combate en la Ruta SILVER fue tan intenso o más como lo había sido en DELTA a la ida. Disparando desde las escotillas de los carros y las ventanas de los Humvees se fueron abriendo paso a la mayor velocidad posible, y así los primeros 5 carros y los 2 Humvees que se intercalaban con ellos consiguieron llegar de esta manera hasta Camp War Eagle. Sin embargo, el tercer Humvee no aguantó y se quedó parado, probablemente por la gran cantidad de daños que le había infringido el enemigo. En ese momento, el Sargento Jordan del último carro no se lo pensó dos veces y ordenó a su conductor, el Cabo Zuhan, que empujase a muy poca velocidad al Humvee con tal de no aplastarlo. Así, a una velocidad no superior a los 8 km/hora y durante 2 kilómetros el enemigo se empleó a fondo con el Humvee herido y su Abrams “anexo” mientras los tripulantes de estos vehículos agotaban sus últimas municiones de M9, M16/M4, M203. M240 y M2.


Si no fuera por la proverbial llegada del Cabo Calmes y su M1A1 que se dio la vuelta al comprobar la situación de su “hermano” de filas, el resultado habría sido muy distinto, pero gracias a la iniciativa de este hombre sin que mediara orden de por medio pudieron llegar todos sanos y salvos a Camp War Eagle.

La pesadilla para Commanche Red había terminado gracias a los esfuerzos de 3 horas de una unidad con medios tan inadecuados a priori para el combate urbano como son los carros de combate. Sin duda la suerte colaboró, pero también el entrenamiento, el arrojo, el espíritu de camaradería y el saber estar de estos hombres que pese a los muertos y heridos no se dejaron llevar por la situación y supieron permanecer firmes hasta lograr cumplir la misión.

Ese día, llamado “Black Sunday” por la prensa internacional, fue bastante agitado en todo Irak, como bien pudieron comprobar las tropas españolas de la BMNPU II en la base “Al Andalus” de An Najaf, pero esa es otra historia.

Un saludo, Skipper

"Martes Negro" para los SEAL: Operación Redwing.



El martes 28 de Junio de 2005 iba a convertirse en el día más negro para los SEAL de la Armada norteamericana.

Dentro de la llamada Operación Redwing cuyo objetivo era neutralizar o eliminar a los líderes de los grupos del Talibán, fue infiltrado un equipo de cuatro SEAL’s en la provincia afgana de Kunar, con el fin de capturar al líder Talibán Ahmad Sha que era el jefe del grupo insurgente conocido por los norteamericanos como Mountain Tigers.

El equipo de cuatro hombres del SEAL TEAM 10 estaba dirigido por el Teniente Michael P. Murphy, y lo componían a su vez los suboficiales Matthew Axelson, Danny Dietz, y Marcus Luttrell. Tras conseguir infiltrarse en la zona con éxito, se encontraron con una de esas amenazas que los militares de Operaciones Especiales paradójicamente más temen: civiles en zona enemiga.

De izquierda a derecha:  Técnico de Sonar de 2ª Clase (SEAL) Matthew G. Axelson, 29, ode Cupertino, Calif; Suboficial experto en Sistemas de Información (SEAL) Daniel R. Healy, 36, de Exeter, N.H.; Contramaestre de 2ª Clase (SEAL) James Suh,  28, de Deerfield Beach, Fla.; Enfermero de Combate de 2ª Clase (SEAL) Marcus Luttrell; Maquinista de 2ª Clase (SEAL) Eric S. Patton, 22, de Boulder City, Nev.; Teniente (SEAL) Michael P. Murphy, 29, de Patchogue, N.Y. Con la única excepción del único superviviente, Luttrell, todos los demás fueron muertos en 28 de Junio de 2005 por fuerzas enemigas en el marco de la Operación Redwing.

Así, camino del objetivo se toparon casi frente a frente con un padre y su hijo que podían comprometer la misión. Tras discutir entre ellos qué hacer, la opinión mayoritaria fue la de dejarlos marchar, e incluso el Teniente Murphy le dio una de esas barras energéticas al muchacho con la esperanza de que no les delataran a los Talibán. Pero no fue así.

Hacia las 13:30 hrs. Un grupo de entre 25 y 50 afganos atacaron al grupo SEAL que optó por replegarse montaña abajo. En un momento determinado decidieron establecer una defensa de 360º en un punto y pedir auxilio de las tropas propias, dado que estaban ampliamente superados en número. En un primero intento, el suboficial Dietz intentó contactar con la radio del equipo, pero el entorno de montañas y su propia posición impidió la comunicación, siendo a su vez alcanzado en una mano. En ese momento, el Teniente Murphy, ignorando el riesgo que corría su vida decidió intentar llegar a un claro más despejado y llamar a través de un teléfono satélite. Sus palabras eran claras: “mis chicos están muriendo”. Fue alcanzado en el estómago y en la espalda, y aún así consiguió volver al perímetro defensivo y continuar con la defensa.


Teniente Michael P. Murphy, Medalla de Honor del Congreso.

Murphy y Axelson.

Poco después un UAV Predator llegó a la zona y el CG norteamericano pudo comprobar en directo cómo su unidad estaba rodeada por los Talibán a distancia casi de cuerpo a cuerpo, con lo que el apoyo aéreo cercano (CAS en sus siglas en inglés) era inviable y había que realizar una operación de rescate a la antigua usanza, más propia de las selvas de Vietnam en los ’70 que en las escarpadas montañas afganas en el s.XXI.
Por si la cosa no estaba ya “difícil”, la noche se les echaba encima y un amenazador frente frío estaba a punto de llegar a la zona, con lo que el mal tiempo estaba asegurado.

Unmanned Aerial Vehicle PREDATOR.

El responsable de los SEAL en Bagram, Comandante Erik S. Kristensen solicitó inmediatamente el envío de una fuerza de rescate y a su vez, los pilotos del 160th SOAR (que ya habían alcanzado fama en Somalia cuando lo de “Black Hawk Derribado”) enseguida pusieron a punto dos enormes MH-47D Chinook para la operación que serían escoltados por dos AH-64D Apache (Longbow).

Boeing AH-64D Apache Longbow.

Lamentablemente, cuando realizaban la aproximación a la zona, uno de los MH-47D que transportaba a 8 SEAL junto a sus 8 tripulantes, fue alcanzado por un RPG que entró por la rampa trasera del aparato, no pudiendo continuar el vuelo y teniendo que tomar tierra de emergencia. El piloto divisó un saliente en la montaña y trató de acercarse a él, pero entre la toma dura, y la inercia de los rotores, el enorme helicóptero rodó sobre sí mismo precipitándose al vació y muriendo sus 16 ocupantes, incluido el Comandante Kristensen.

Boeing MH-47D Chinook.

El fuego era tan intenso que el otro aparato no pudo descargar a sus hombres, teniendo que regresar a Bagram con su carga completa de SEAL’s. Mientras tanto la oscuridad llegaba y los SEAL’s de Murphy aprovecharon para tratar de romper el contacto con los Talibán. No fue posible. Tras dos horas de huída, una granada de mortero cayó muy cerca del grupo.

Cuando se despertó, el suboficial Luttrell comprobó horrorizado que dos de sus compañeros yacían muertos a pocos metros, y otro más estaba desaparecido. Conmocionado, herido y sólo, empezó a caminar ladera abajo en busca de un refugio donde pudieran rescatarle. No tardó en encontrarse con un pastor, al que encañonó.

-American! Ok!, Ok!- dijo el pastor con los pulgares en alto.
-You… Taliban?
-No, no… No Taliban.

Y así, pese a la mala experiencia con los otros civiles, Luttrell se dio cuenta que no tenía muchas opciones, y decidió acompañar al hombre de las montañas. Éste, que luego conocería como Mohammed Gulab, padre de seis hijos,  le llevó a la cercana aldea de Sabray, lo metió en su choza, y allí le empezaron a lavar las heridas y a darle leche y comida.

La avanzadísima población afgana.

Enterados los Talibán, se presentaron a reclamarlo, y ocurrió una de esas cosas extrañas que sorprenden en la guerra. Pese a que ofrecieron dinero y el peligro que los Talibán significaban para la familia y la vida del que acogiese a un enemigo, Gulab se negó a entregarlo respaldado por toda la aldea. Y pese a que el Islam ha tratado durante siglos de romper con toda tradición afgana, una de las pocas que perviven es la de amparar y proteger al que lo pide, aunque sea tu enemigo. Gulab amparaba a Luttrell, y eso era todo. Los Talibán se marcharon y no volvieron a aparecer por la zona.

Ante la incredulidad de Luttrell por lo que había contemplado, aún le quedaba por ver cómo el padre de Gulab bajó unos 8 km colina abajo con una nota de Luttrell para entregarla en el puesto avanzado de los Marines de Camp Blessing.

Inmediatamente se organizó una operación de rescate en toda regla, con apoyo de aviones de ataque A-10 Thunderbolt II y cañoneros AC-130 Spectre apoyando a los HH-60 Black Hawk de rescate. Pero tanta cautela no hizo falta. Uno de los Black Hawk aterrizó en la pequeña aldea de unas 15 chozas, recogió a Luttrell y a Gulab y los llevó a la base de Bagram sin mayores problemas. Era el 1 de Julio desde que había empezado la operación.

Pareja de A-10 A Thunderbolt II, conocido como Warthog por las tripulaciones, en una misión CAS.

Cuando los cadáveres de los otros miembros del equipo del Teniente Murphy fueron rescatados, se comprobó que el que menos tenía cinco heridas de bala o metralla en su cuerpo, y alrededor suyo indicios de entre 50 y 100 Talibán muertos o heridos.

En Bagram, Luttrell fue inmediatamente hospitalizado para curar sus heridas, mientras que a Gulab se le ofreció de todo. Desde dinero a protección para su familia. Éste rehusó a todo, y fue el propio Luttrell el que, al despedirse con un abrazo mientras le decía “Te amo, hermano”, se quitó su reloj de pulsera y se lo entregó a Gulab, quien aceptó.

Tiendas en Bagram. Comparado con otros puestos avanzados, Bagram es un hotel de lujo.

Luttrell fue condecorado por su acción con la Cruz Naval (Navy Cross), como también lo fueron sus malogrados compañeros Dietz y Axelson, éstos a título póstumo. También a título póstumo fue condecorado con la Medalla de Honor del Congreso el Teniente Michael P. Murphy.


LAS BAJAS

SEAL Team (Equipo de Murphy):
LT Michael P. Murphy, 29, of Patchogue, New York
STG2 (SEAL) Matthew Axelson, 29, of Cupertino, CA
GM2 (SEAL) Danny Dietz, 26, of Littleton, Colorado

Las bajas en el MH47D:
160th SOAR “Nightstalkers”:
Staff Sgt. Shamus O. Goare, 29, of Danville, Ohio
Chief Warrant Officer Corey J. Goodnature, 35, of Clarks Grove, Minnesota.
Sgt. Kip A. Jacoby, 21, of Pompano Beach, Florida
Sgt. 1st Class Marcus V. Muralles, 33, of Shelbyville, Indiana
Master Sgt. James W. Ponder III, 36, of Franklin, Tennessee
Maj. Stephen C. Reich, 34, of Washington Depot, Connecticut.
Sgt. 1st Class Michael L. Russell, 31, of Stafford, Virginia
Chief Warrant Officer Chris J. Scherkenbach, 40, of Jacksonville, Florida

SEAL Team (Equipo de Kristensen):
FCC(SEAL/SW) Jacques J. Fontan, 36, of New Orleans, Louisiana
ITCS(SEAL) Daniel R. Healy, 36, of Exeter, New Hampshire
Lt. Cmdr. Erik S. Kristensen, 33, of San Diego, California
ET1(SEAL) Jeffery A. Lucas, 33, of Corbett, Oregon
Lt. Michael M. McGreevy, Jr., 30, of Portville, New York
QM2(SEAL) James E. Suh, 28, of Deerfield Beach, Florida
HM1(SEAL/FMF) Jeffrey S. Taylor, 30, of Midway, West Virginia
MM2(SEAL) Shane E. Patton, 22, of Boulder City, Nevada


CITACIÓN OFICIAL DE LA CONCESIÓN DE LA MEDALLA DE HONOR AL TTE. MURPHY.

LIEUTENANT MICHAEL P. MURPHY
UNITED STATES NAVY
FOR SERVICE AS SET FORTH IN THE FOLLOWING
CITATION:

FOR CONSPICUOUS GALLANTRY AND INTREPIDITY AT THE RISK OF HIS LIFE ABOVE AND BEYOND THE CALL OF DUTY AS THE LEADER OF A SPECIAL RECONNAISSANCE ELEMENT WITH NAVAL SPECIAL WARFARE TASK UNIT AFGHANISTAN ON 27 AND 28 JUNE 2005. WHILE LEADING A MISSION TO LOCATE A HIGH-LEVEL ANTI-COALITION MILITIA LEADER, LIEUTENANT MURPHY DEMONSTRATED EXTRAORDINARY HEROISM IN THE FACE OF GRAVE DANGER IN THE VICINITY OF ASADABAD, KONAR PROVINCE, AFGHANISTAN. ON 28 JUNE 2005, OPERATING IN AN EXTREMELY RUGGED ENEMY-CONTROLLED AREA, LIEUTENANT MURPHY’S TEAM WAS DISCOVERED BY ANTI-COALITION MILITIA SYMPATHIZERS, WHO REVEALED THEIR POSITION TO TALIBAN FIGHTERS. AS A RESULT, BETWEEN 30 AND 40 ENEMY FIGHTERS BESIEGED HIS FOUR-MEMBER TEAM. DEMONSTRATING EXCEPTIONAL RESOLVE, LIEUTENANT MURPHY VALIANTLY LED HIS MEN IN ENGAGING THE LARGE ENEMY FORCE. THE ENSUING FIERCE FIREFIGHT RESULTED IN NUMEROUS ENEMY CASUALTIES, AS WELL AS THE WOUNDING OF ALL FOUR MEMBERS OF THE TEAM. IGNORING HIS OWN WOUNDS AND DEMONSTRATING EXCEPTIONAL COMPOSURE, LIEUTENANT MURPHY CONTINUED TO LEAD AND ENCOURAGE HIS MEN. WHEN THE PRIMARY COMMUNICATOR FELL MORTALLY WOUNDED, LIEUTENANT MURPHY REPEATEDLY ATTEMPTED TO CALL FOR ASSISTANCE FOR HIS BELEAGUERED TEAMMATES. REALIZING THE IMPOSSIBILITY OF COMMUNICATING IN THE EXTREME TERRAIN, AND IN THE FACE OF ALMOST CERTAIN DEATH, HE FOUGHT HIS WAY INTO OPEN TERRAIN TO GAIN A BETTER POSITION TO TRANSMIT A CALL. THIS DELIBERATE, HEROIC ACT DEPRIVED HIM OF COVER, EXPOSING HIM TO DIRECT ENEMY FIRE. FINALLY ACHIEVING CONTACT WITH HIS HEADQUARTERS, LIEUTENANT MURPHY MAINTAINED HIS EXPOSED POSITION WHILE HE PROVIDED HIS LOCATION AND REQUESTED IMMEDIATE SUPPORT FOR HIS TEAM. IN HIS FINAL ACT OF BRAVERY, HE CONTINUED TO ENGAGE THE ENEMY UNTIL HE WAS MORTALLY WOUNDED, GALLANTLY GIVING HIS LIFE FOR HIS COUNTRY AND FOR THE CAUSE OF FREEDOM. BY HIS SELFLESS LEADERSHIP, COURAGEOUS ACTIONS, AND EXTRAORDINARY DEVOTION TO DUTY, LIEUTENANT MURPHY REFLECTED GREAT CREDIT UPON HIMSELF AND UPHELD THE HIGHEST TRADITIONS OF THE UNITED STATES NAVAL SERVICE.

SIGNED GEORGE W. BUSH

Marcus Luttrell, con los padres del Teniente Murphy en octubre de 2007.

Un saludo, Skipper

viernes, 22 de abril de 2011

GARRY OWEN! Batalla en LZ X-Ray

En la mañana del 14 de Noviembre de 1965, dieciséis helicópteros Bell UH-1 D “Huey” de la 1ª Compañía del 229 Batallón de Asalto Aéreo desembarcaban tropas del 1er Batallón del 7ª de Caballería a los mismos pies del macizo Chu Pong.

Macizo Chu Pong, frontera entre Vietnam y Camboya.

Este monte, con una altura de 732 metros sobre el nivel del mar, era el santuario de tres regimientos regulares del Ejército de Vietnam del Norte, que al mando del Coronel Nguyen Huu An habían sido enviados por el General Chu Huy Man a fin de hostigar la ciudad de Pleiku y hacerse así con el control de la Ruta 19 y las llamadas “tierras altas centrales” de Vietnam. Una máxima militar vietnamita decía que, quien controlara esas tierras, controlaba Vietnam del Sur.

Croquis de la acción del 14 de Noviembre.


ANTECEDENTES

Los tres regimientos vietnamitas, el 32º, 33º y 66º estaban formados por veteranos de la guerra contra los franceses, y muchos de sus integrantes habían sido testigos de la derrota gala en Dien Bien Phu. Su intención era repetir la jugada con los americanos y para ello se centraron en la ciudad de Pleiku y las posiciones norteamericanas y gubernamentales situadas en las cercanías de la misma. A modo de anzuelo lanzaron al 33º al ataque de la [B]Base de las Fuerzas Especiales de Plei Me[/B] el día 25 de octubre posicionando al 32º para realizar una emboscada a la previsible columna de apoyo que enviase el Ejército de Vietnam del Sur (ARVN) desde la base de An Khe por la mencionada Ruta 19, pero para su estupor el campamento de Plei Me pudo ser reforzado [I]desde dentro[/I] gracias a los helicópteros de la 1ª División de Caballería (Aeromóvil) que transportó a su 1ª Brigada, y el ataque fue finalmente rechazado con fuertes pérdidas por parte de los vietnamitas, que se retiraron a reorganizarse y lamerse sus heridas hacia el Chu Pong, colindante con la frontera de Camboya, y que dominaba el Valle del Ia Drang (Río Drang).


Imágenes de la base de las Fuerzas Especiales de Plei Me. Este tipo de disposición era típica de estas bases, ocupadas por asesores norteamericanos y sus tropas Montagnard.

El resultado fue tan espléndido que el mismísimo General William Westmoreland, comandante de todas las fuerzas norteamericanas en Vietnam, se desplazó hasta la zona para comprobar los resultados, y dio luz verde a las aspiraciones del comandante de la 1ª Aerotransportada, General Kinnard para realizar misiones de búsqueda y destrucción del enemigo usando sus tácticas basadas en el recién estrenado concepto de la aeromovilidad y el uso extensivo del helicóptero.

Al mando del Comandante Bruce Crandall, los 16 “Huey’s” que surcaban el cielo esa mañana estaban asignados al 1er Batallón del 7º de Caballería, cuyo mando a su vez lo ostentaba el Teniente Coronel Harold G. Moore, un profesional egresado en 1945 de West Point y veterano de Corea, que ya se había granjeado una buena fama dentro del Ejército, tanto entre sus mandos como entre sus soldados. Con él viajaba su inseparable Sargento de Estado Mayor, Basil Plumley, veterano a su vez de la Segunda Guerra Mundial y Corea.

Teniente Coronel Hal Moore arengando a las tropas.


Mayor (Comandante) Bruce Crandall y Capitán Edward Freeman. Al cabo de los años recibirían la Medalla de Honor del Congreso por sus acciones durante la batalla por la LZ X-Ray.

Integrado en la 3ª Brigada de la 1ª División de Caballería (Aeromóvil), el 7º de Caballería era una unidad bien conocida entre el común de los mortales, ya que entre sus hechos militares del pasado estaba el dudoso honor de haber sido la unidad que al mando del Teniente Coronel George Armstrong Custer había sido aniquilada por los indios principalmente Sioux y Cheyennes en Little Big Horn (Montana), allá por 1876. En aquella ocasión una unidad de Caballería se había metido sola en el atolladero, rodeada de masas de indios, sin que pudieran esperar otro fin que el de “morir con las botas puestas”. Ochenta y nueve años más tarde, la historia parecía repetirse, ya que los 431 hombres de Moore se dirigían directos al centro de los tres Regimientos del Ejército Popular de Vietnam del Norte, cuyo Cuartel General era precisamente el Chu Pong, pero a diferencia de los antiguos jinetes de azul, los del presente habían cambiado sus caballos por helicópteros y estaban deseosos de comprobar que sus nuevas tácticas a bordo de estas monturas metálicas eran todo lo efectivas que esperaban.

Tropas esperando a los helicópteros Huey que les llevarán a la LZ.

Sin embargo, sus “caballos de hierro” no eran los primeros que volaban esa mañana. A primeras horas del 14 de Noviembre, los enormes helicópteros CH-47 Chinook dejaban doce piezas de 105 mm (dos baterías) en un claro acondicionado en medio de la selva llamado Landing Zone Falcon. La LZ Falcon era un enjambre de actividad, ya que tenían programada su primera misión de fuego apenas unas pocas horas después. Así, a las 10:17 hrs, las doce bocas empezaron a escupir el infierno sobre otro claro de la selva, distante a 9 km y a los pies del macizo Chu Pong, y que el Mando de la 3ª Brigada de la 1ª División de Caballería (Aeromóvil) había bautizado como Zona de Aterrizaje Rayos-X (Landing Zone X-Ray).

CH-47 Chinook llevando munición de 105 mm a una Base de Fuego establecida en una LZ.

Los Huey camino de la LZ son observados por los artilleros que en breve les darán el vital apoyo de fuegos.

A diferencia de Custer, Moore se había guardado un as en la manga, y cuando se apeó del Huey de Crandall a las 10:48 hrs., sabía que no estaba sólo en el valle. La Artillería y la Fuerza Aérea estaban detrás de él y no se iba a dejar matar de forma tan épica –e inútil- como lo hizo su predecesor Custer. Así, los 16 helicópteros al mando del Comandante Crandall con la vanguardia del 7º Regimiento de Caballería a cuyo frente estaba el propio Teniente Coronel Moore, se aproximaron a ese mismo claro en medio de la lluvia de granadas de 105 mm, lanzaron sus propios cohetes en menos de 30 segundos, y comenzaron a desembarcar los soldados, siendo Moore el primero de ellos.

Antes de salir de EE.UU. en dirección a Vietnam, Moore había prometido a sus soldados que sería el primero en llegar a la batalla y el último en irse, sin dejar a nadie detrás. Vivos o muertos se había propuesto llevarlos a todos de vuelta, y pensaba cumplir esa promesa aunque le fuera la vida en ello. Estaba a punto de demostrar que era un hombre de palabra.


DÍA 1: 14 DE NOVIEMBRE

Con la intención de atacar y destruir Plei Me, el Mando vietnamita se encontró de golpe con que el enemigo norteamericano estaba atacando su propia base dando un giro de 180º a la situación y sus planes. Desde Vietnam del Norte se les dio un nuevo objetivo: aprender a luchar contra los norteamericanos y buscar sus debilidades.


Mapas de la zona de los combates y situación de las distintas LZ.

La LZ X-Ray estaba a unos 25 Km de la base de Plei Me, en la base oriental del macizo Chu Pong. Se trataba de un claro con forma de embudo y de unos 100 metros de largo de este a oeste, unos 90 metros de ancho en su borde occidental y unos 45 metros en el oriental volviendo a ensancharse un poco. En el centro del claro había un pequeño bosquecillo de árboles poco frondosos, del tamaño de una cancha de tenis, y en total el claro no sería más grande que un campo de fútbol. Con cabida para unos 8-10 helicópteros simultáneamente, el terreno era llano y rodeado de árboles de entre 6 y 30 metros de alto, espesa vegetación de la llamada “hierba elefante” que medía entre 30 cm a 1,7 metros de alto, y un montón de montículos de forma más o menos cónica y hasta 2,5 metros que no eran sino enormes termiteros que a su vez estaban rodeados de “hierba elefante”. Hacia el lado occidental de la LZ la vegetación era particularmente espesa y se extendía hasta las primeras estribaciones de la montaña, y en uno de los bordes estaba el lecho seco de un arroyo.

Tras unos 20 minutos de preparación artillera, a las 10:48 hrs. comenzó el aterrizaje de los primeros elementos de la Compañía B (Capitán John Herren) del 1º del 7º de Caballería, con el propio Comandante del Batallón a la cabeza.


UH-1 Huey desembarcando infantes en la LZ X-Ray. En la foto inferior se aprecia el aparato pilotado por Bruce Crandall “Old Snake Six”.

Mientras los helicópteros remontaban el vuelo de vuelta a Plei Me para recoger al resto de la Compañía B y demás unidades del batallón, las fuerzas en tierra comenzaron a asegurar la LZ y enviaron pelotones a unos 50-100 metros por dentro de la línea de árboles para reconocer la zona. Así, aproximadamente a las 11:20 hrs. el sargento John W. Mingo consiguió capturar a un vietnamita tras una larga carrera. Mingo, veterano de Corea, sabía perfectamente la importancia de capturar a un prisionero vivo y que pudiera hablar en una zona de combate, y así lo hizo.

En ese mismo momento volvió a escucharse el sonido de los 16 UH-1 que traían al resto de la Compañía B y los primeros elementos de la Compañía A (Capitán Ramon “Tony” Nadal) que inmediatamente se posicionaron en el lado norte del claro, cubriendo el cauce seco. A las 12:10 volvieron nuevamente los helicópteros con el resto de la Compañía A, y en ese momento Moore liberó a la Compañía B de Herren de sus tareas de asegurar el claro para efectuar reconocimientos por la zona donde había sido capturado el prisionero. Tan sólo 5 minutos pasaron cuando se empezaron a oír disparos de fusilería. Se había establecido el primer contacto con el enemigo.


COMIENZA LA BATALLA

El Capitán Herren dispuso a dos de sus secciones, la 1ª (Teniente Al Devney) y la 2ª (Teniente Henry Herrik) en vanguardia de los grupos de exploración con la 1ª a la izquierda del cauce y la 2ª a la derecha. La 3ª Sección (Teniente Dennis Deal) quedaba detrás de refuerzo, mientras que la 4ª  Sección de Armas (Sargento Ed Montgomery) se quedaba en la retaguardia.


Los elementos de la Compañía B entablan los primeros combates con el enemigo.

A las 12:45 hrs. la 1ª Sección de Devney entró en contacto con el enemigo, a lo que Herren solicitó a la 2ª de Herrik que llegase por la derecha de la 1ª para apoyarla. Lo que ocurrió después tiene difícil explicación, porque “Bull” Herrik informó que tenía contacto con el enemigo a su derecha e inició una loca persecución del mismo que terminó con su sección aislada del resto de la Compañía B a más de 100 metros en medio de la jungla. No le dio mucho tiempo a darse cuenta de su error, puesto que fue abatido al poco, junto con el Sargento Mayor de la sección, y uno de los operadores de radio. Ante el fuerte embite del enemigo, gracias a la cobertura del Sargento Hurdle, operador de la M60 y sus dos auxilares, la 2ª Sección, al mando ahora del Sargento Ernie Savage consiguió atrincherarse en un pequeño montículo, denominado “El Cerro”, de unos 25 metros de diámetro y organizó la defensa como pudo. Gracias al sacrificio de Hurdle y su equipo que murieron en el empeño mientras cubrían a sus compañeros, la sección no fue completamente aniquilada.


Saco Defense, U.S. Ordnance M-60

A las 13:32, tras repostar, llegó una nueva tanda de helicópteros, con el resto de la Compañía A y los primeros elementos de la Compañía C (Capitán Bob Edwards). Inmediatamente Moore dispuso que la seguridad de la LZ la asumiera la Compañía C, situándola en el lado sur-suroeste de la LZ para prevenir un posible rodeo y proteger a su vez el flanco izquierdo de la Compañía A de Nadal, que era enviada a su vez a la izquierda de la B de Herren para contener el ataque vietnamita. También llegó en ese vuelo el fundamental grupo médico del Batallón, con el Capitán Médico Robert Carrara a la cabeza. Éste situó su puesto de primeros auxilios en el bosquecillo junto al puesto de mando de Moore donde ya le esperaba una veintena de heridos, y no descansarían durante las siguientes sesenta horas, que se dice pronto.

Evacuando bajas al puesto de Primeros Auxilios del Dr. Carrara.

Con los combates recrudeciéndose, Moore decidió hacer un uso profuso de la artillería y el apoyo aéreo, dando preferencia a los blancos fijados por las compañías de infantería, y atacando la ladera de la montaña por donde venía el enemigo mientras no tuvieran blancos específicos, gracias a las indicaciones de un equipo de Pathfinders que operaban aislados en solitario. Sin embargo no había referencias claras en el terreno que ayudasen a fijar los blancos, y estaba el peligro añadido de alcanzar a la sección aislada en “El Cerro” por delante de las Compañías A y B. Sin embargo, hicieron fuego escalonado de arriba a abajo de la montaña y desde el sur y el oeste, que de alguna forma ayudaron a ambas compañías que a su vez hicieron un intento de llegar hasta la sección aislada. A pesar de todos los esfuerzos, la Compañía B fue incapaz de acercarse a menos de 75 metros de su sección rodeada, que afrontaba la realidad de resistir sola durante la noche que se avecinaba.

Al mismo tiempo, la Compañía A también tuvo un fuerte contacto con el enemigo en fuerza de al menos una compañía, que intentaba aproximarse por el cauce seco que estaba en el lado occidental de la LZ. Un fuerte tiroteo comenzó que provocó unas pocas bajas en la Compañía A. Sin embargo, una sección consiguió flanquear al enemigo provocándole unos 50-70 muertos. Tristemente, en una de las misiones de apoyo aéreo que apoyaban estos combates cayó al suelo, probablemente alcanzado por fragmentos de sus propias bombas, el A-1 E Skyraider del Capitán (USAF) Paul McClellan, falleciendo éste en el acto.

Y mientras la Compañía A se enfrentaba a sus propios problemas, a eso de las 14:30 llegaba otra oleada con los últimos miembros de la Compañía A y los primeros de la Compañía D (Capitán Ray Lefebvre). Mientras el Capitán Edwards de la Compañía C posicionaba a sus elementos recién llegados, una fuerza de entre 175 y 200 enemigos atacaron justo el centro de su sector. A duras penas fueron contenidos y muchos de los enemigos fueron muertos en su intentona de llegar a la LZ, y  tras un combate de más de una hora y media de duración, los restos del enemigo desorganizados y diezmados se retiraron bajo el fuego de la artillería y los ataques aéreos, arrastrando con ellos a muchos de sus compañeros muertos o heridos.

Situación a medio día del 14 de Noviembre.

A las 15:00 hrs. con todos los elementos tácticos del Batallón en tierra y el fuego enemigo dando un respiro en parte por la acción de la Compañía C y algunos miembros de la D, Moore decidió reposicionar sus tropas. Se hicieron dos intentos por parte de las Compañías A y B de llegar hasta la sección aislada en “El Cerro”, siendo ambos rechazados por fuerzas bastante superiores que a su vez intentaron aislar sin éxito a varias unidades de las compañías enviadas al rescate. Así, a las 17:40 hrs. el Teniente Coronel Moore decidió que ambas compañías se retiraran protegidas por una barrera artillera hasta la LZ, donde prepararían un perímetro defensivo para pasar la noche. El Batallón tenía buen contacto de radio con la sección aislada y había conseguido situarlos, pudiendo protegerlos con el fuego de la artillería.


Baterías de la LZ Falcon dando apoyo de fuegos a la LZ X-Ray.

A las 18:00 hrs. el 1er Batallón fue reforzado con la Compañía B del 2ª Batallón del 7º de Caballería (Capitán Myron Diduryk). Pese a que pertenecía a otro Batallón hermano, esta compañía fue asignada al mando de Moore como si fuese propia.

Un Huey despega de la LZ X-Ray con las últimas luces del día.


DÍA 2: 15 DE NOVIEMBRE

Debido a las fuertes pérdidas que habían sufrido a lo largo de la tarde, el enemigo realizó algunas tentativas muy ligeras alrededor del perímetro por la noche. Sin embargo, la sección aislada soportó al menos tres fuertes ataques que gracias a la protección del fuego continuo de la artillería fueron rechazados. Cuando amaneció pudieron ver numerosos enemigos muertos a consecuencia de esta cobertura artillera.

Pero tal cual amaneció, el enemigo pareció resurgir en masa y realizó un ataque simultáneo desde tres sectores diferentes: desde el sur, suroeste y sureste. Hacia las 07:30 hrs. el enemigo se había acercado tanto a las líneas defensivas pese a las fuertes pérdidas, que se llegó a combatir cuerpo a cuerpo. Moore, desafiando toda medida de seguridad se alejaba de la protección de su puesto de mando, y no fueron pocos los que lo vieron varias veces solo, de pie, como meditando para sus adentros. Según él, en esos momentos se conseguía abstraer de lo inmediato de tal forma que se podía hacer una idea mejor de la situación, y a las 07:55 horas, en uno de esos paseos se dio cuenta de que la unidad podía ser desbordada y el enemigo ocupar el claro, con lo que el vital cordón umbilical que suponían los helicópteros se rompería y la unidad sería aniquilada. Así, ordenó a todas las secciones que tiraran granadas de humo de color a fin de definir claramente sus líneas, y envió la orden “Flecha Rota” (Broken Arrow era una orden estandarizada que indicaba que una unidad propia estaba a punto de ser rebasada y aniquilada, por lo que se solicitaba que todos los aparatos de apoyo aéreo disponibles en ese momento en los cielos de Vietnam suspendieran sus misiones y se dedicaran a prestar las vitales misiones de bombardeo para que la unidad pudiera salir de ese lío).

Situación durante la mañana del 15 de Noviembre.

McDonnell Douglas F-4 Phantom II liberando su carga seguido por su punto.


Aspecto que presentaba la LZ X-Ray desde el aire.

La sucesión de ataques aéreos fue continua, algunos de ellos muy cerca de las líneas propias hasta el punto que las ondas expansivas llegaban a quebrar los frágiles guardamanos de plástico de los M16, y desgraciadamente, en uno de esos ataques un F-100 lanzó dos contenedores de napalm sobre las fuerzas propias, cerca del Puesto de Mando de Moore, causando varios muertos y heridos en lo que eufemísticamente se conoce como “fuego amigo”.

Mientras tanto, la Compañía C, con el Capitán Edwards herido así como sus jefes de sección, estaba siendo dividida en dos y con el enemigo entre sus secciones. En apenas 140 metros de sector, unos 50 hombres en condiciones de luchar era todo lo que tenía Moore entre el enemigo en masa y su propio puesto de mando.

Aspecto de la LZ X-Ray durante la batalla. Al fondo se aprecia el Macizo Chu Pong.

Los vietnamitas eran un enemigo decidido y entregado.

Cuando finalmente se pudo rechazar al enemigo, se vio que por ejemplo el cadáver de un teniente estaba rodeado por al menos cinco enemigos muertos en menos de tres metros, y otro soldado muerto aún agarraba por el cuello a su verdugo, al que también había matado.

El Mando de la 3ª Brigada dispuso el refuerzo urgente de las unidades en LZ X-Ray, pero dada la crudeza de los combates que ya había costado el derribo de dos helicópteros en dicha LZ, se decidió helitransportar al resto del 2º Batallón del 5º Regimiento de Caballería (Teniente Coronel Bob Tully) a la LZ Victor, distante unos 3 kms de LZ X-Ray, disponiendo que desde allí se desplazaría a pie hasta la zona de los combates.

Hacia las 09:10 hrs. con la situación más calmada en la LZ y mientras los compañeros del 2/5 se abrían paso por la selva hacia X-Ray, desembarcó la Compañía A del 2º Batallón (Capitán Joel Sugdinis) del 7º para reforzar a su unidad hermana. Justo a tiempo porque hacia las 10:00 hrs. comenzó un nuevo ataque enemigo, que gracias a estos refuerzos recibidos pudo ser finalmente rechazado. Casi podía distinguirse perfectamente el perímetro por la profusión de cuerpos, restos humanos, armamento y equipo que había en sus bordes, allá donde las tropas de ambos ejércitos se habían enfrentado casi con las manos.

Hueys dejando tropas y suministros en la LZ X-Ray. El viaje de vuelta estaba reservado a los muertos y heridos más graves.

Aproximadamente a las 12:05 entraba en el claro de LZ X-Ray la vanguardia del 2/5 que habían caminado desde LZ Victor, y Moore, tal cual acordó con su homólogo Bob Tully, rápidamente los destinó al rescate de la sección aislada. Avanzando de forma muy cauta, se consiguió enlazar con ella a las 15:10 hrs. Los 29 efectivos de la sección del fallecido Teniente Herrik  habían sufrido 8 muertos y 12 heridos, que fueron inmediatamente evacuados por helicóptero tan pronto fueron trasladados al puesto de primeros auxilios, pero los que habían sobrevivido con Ernie Savage mantenían la moral alta.

Durante el resto de la tarde, Moore se dedicó a reorganizar sus fuerzas, y pedir suministros tanto de munición como de agua y comida, y preparar las defensas para pasar una nueva noche. Se habilitó una nueva zona de aterrizaje para dos helicópteros al lado del puesto médico, ya que la LZ seguía sin ser segura, y la Compañía C fue relevada por la Compañía B del 2º Batallón del 7º de Caballería, con la 1ª Sección del Teniente Rick Rescorla ocupando el sector central justo delante de lo que había sido el puesto de mando del Capitán  Edwards. Rescorla, de origen británico y con experiencia militar en el Ejército Británico y la Policía Rhodesiana, a quien el propio Teniente Coronel Moore se refirió como el mejor Jefe de Sección que hubiera conocido jamás, recompuso los puestos defensivos que la Compañía C hizo deprisa y corriendo y bajo fuego enemigo. Así, como buen oficial que era, se fue hasta donde habían estado las líneas enemigas y desde allí miró a su sector. Comprobó el terreno y acto seguido retrasó las defensas unos 40 metros. El enemigo tenía ahora que atravesar 40 metros más de una zona libre de fuegos para poder llegar a la LZ X-Ray. Esta medida se demostró acertadísima.



Los vitales suministros llegan a la LZ X-Ray. Si no fuera por las valerosas tripulaciones de los helicópteros, el resultado de la batalla bien podía haber sido otro. Abajo, el aparato de Crandall, “Old Snake Six”.



DÍA 3: 16 DE NOVIEMBRE

La noche siguiente comenzó tranquila hasta que a eso de las 04:00 hrs. una fuerza de unos 300 enemigos atacó desde el lado sur. Se solicitó un avión lanzabengalas (un Fairchild C-123 Provider modificado al efecto) que estuvo lanzando bengalas sobre el enemigo hasta las 05:45 aproximadamente, en que informó que ya no le quedaban bengalas para lanzar. Le sustituyeron entonces la artillería y los morteros.

Fairchild C-123 Provider de la Fuerza Aérea de Vietnam del Sur.

El primer ataque fue rechazado gracias a las armas ligeras y la artillería, que disparaban a los blancos iluminados por las bengalas del C-123. A las 04:32 hrs. comenzó otro ataque desde el mismo sector de unos 200 enemigos, que igualmente fueron aniquilados por la artillería propia. Y a las 05:00 hrs. el grueso del ataque enemigo se desplazó hacia el suroeste, pero fue rechazado hacia las 06:30 hrs. gracias en parte a las medidas defensivas del Teniente Rescorla. Justo en ese momento (06:27 hrs.) hubo un ataque directo sobre el Puesto de Mando de Moore, que fue defendido a duras penas por todo aquel que podía empuñar un fusil, heridos incluidos. A las 06:41 hrs. el enemigo se retiraba arrastrando sus muertos y heridos bajo el fuego de fusilería.

Situación en la mañana del 16 de Noviembre.

A plena luz, sobre las 08:10 hrs. Moore ordenó a todas las unidades que comenzasen un recorrido por todo el perímetro para limpiarlo de posibles enemigos y buscar heridos o muertos propios. Los muertos cubrían toda el área y numeroso material fue recogido.

Tras 48 horas de combate, las desoladoras cifras eran las siguientes:

Enemigos Muertos (contados): 834
Enemigos Muertos (estimados aparte): 1.215
Capturados: 6

Por el contrario, los norteamericanos habían sufrido unas pérdidas de:

Muertos: 79
Heridos: 125
Desaparecidos: 0

Finalmente, el 1er Batallón del 7º de Caballería fue relevado a las 10:40 hrs. y transportado a Pleiku para lamerse sus heridas.

Instantánea de un CH47 Chinook recuperando a uno de los dos Huey abatidos en la LZ X-Ray.


Distintas imágenes de la retirada de los norteamericanos de la LZ X-Ray. Las bolsas conteniendo los cuerpos de los fallecidos esperan silenciosas a los helicópteros que les llevarán de vuelta con sus seres queridos. Vivos y muertos, Moore cumplió su promesa de llevarlos a todos de vuelta a casa.

El Teniente Coronel Moore revisando el cadáver de un nordvietnamita. Obsérvese el detalle de la balloneta calada, lo cual nos da una idea de hasta qué distancia se llegó a combatir.

En la LZ X-Ray quedaban relevándole el 2º Batallón del 7º y el 2º Batallón del 5º, quienes debían limpiar los restos, y volver a pie hacia la LZ Columbus. Una vez allí el 2/7 se encaminaría hacia la cercana LZ Albany donde la historia sería bien distinta. En resumidas cuentas, el 2/7 fue casi aniquilado por parte del 66º Regimiento del EVN, pero eso ya es otra historia.

Foto tomada en 1966 de la LZ X-Ray con el Chu Pong al fondo. Nadie diría que en este apacible escenario tuvo lugar una de las batallas más cruentas de la guerra.


EPÍLOGO

No quiero dejar de comentar la historia de uno de esos héroes anónimos que combatieron en LZ X-Ray, pero a los que la vida les depararía un destino mucho más trágico a la vez que loable. Uno de los refuerzos que se enviaron apresuradamente a la LZ X-Ray fue la Compañía B del 2º del 7º de Caballería al mando del Capitan Myron Diduryk de origen ucraniano (en la película “Cuando éramos soldados”, Hal Moore/Mel Gibson menciona en el discurso antes de partir a Vietnam que en su unidad había un ucraniano y un británico entre otros). Este e-x-c-e-l-e-n-t-e oficial ucraniano contaba en sus filas con el británico que ya he mencionado, que no era otro que el jefe de su Primera Sección, Teniente Rick Rescorla. Sobre Rick Rescorla, el propio Teniente General Moore se refirió años más tarde como "el mejor jefe de sección que haya tenido nunca bajo mi mando", lo cual no era de extrañar teniendo en cuenta que Rescorla ya se había curtido tanto en el Ejército británico como en la Policía Rhodesiana...

Lo que quiero resaltar y para no enrollarme es que, años más tarde de la brillante actuación de Rescorla en Ia Drang que le valió una Estrella de Plata, retirado como Teniente Coronel, se había integrado en la vida civil como Vicepresidente y Jefe de Seguridad de Morgan-Stanley en el World Trade Center. No sólo predijo y advirtió al FBI de la posibilidad de un atentado en el aparcamiento en 1992 como de hecho sucedió en 1993, sino que a raíz de eso, diseñó su propio plan de seguridad ajeno al del WTC para una rápida evacuación en caso de atentado terrorista. Prácticamente todos los meses realizaba por su cuenta simulacros de evacuación, que sin duda alguien vería exagerados en su momento...

El 11 de Septiembre de 2001, Rescorla tuvo que interrumpir sus vacaciones y acudir a las oficinas de Morgan-Stanley en la Torre 2 del WTC para dar una charla precisamente sobre el plan de seguridad tras el atentado de 1993. Cuando el primer avión impactó en la Torre 1, pese a que por megafonía se pidió al personal que mantuviera la calma y permaneciera en su sitio, Rescorla ordenó seguir su propio plan de evacuación y desalojó a sus empleados. Tras eso, se dedicó a ir planta por planta para ir evacuando a más personas. Cuando se estrelló el segundo avión en su torre, casi todo el personal de su empresa había evacuado el edificio y se le llegó a ver en el piso 72 evacuando a los de otras empresas. Y la última vez que se le vio fue subiendo las escaleras por el piso 10 junto a tres de sus ayudantes del servicio de seguridad de Morgan-Stanley en busca de más personal de otras empresas.

Por su plan de evacuación y su acción directa salvó la vida de miles de personas ese día. Su empresa hubo de lamentar la pérdida de "sólo" seis de sus 2.700 empleados: cuatro de ellos eran Rescorla y los tres ayudantes que le acompañaban (Wesley Mercer, Jorge Velazquez y Godwin Forde) subiendo el piso 10... Sus restos nunca fueron encontrados.

Fotografía de Rescorla en la LZ X-Ray el 16/11/1965.

Rescorla, Velazquez y Forde el 11/09/2001.

La verdad es que, las vueltas que da la Historia muchas veces te sorprenden, pero como el caso de Rescorla pocas veces.

Un saludo, Skipper.