OPERACIÓN KINGPIN: RESCATE EN VIETNAM DEL NORTE
Los 53 hombres permanecían dentro del hangar al lado de un C-130 E Hércules en la base aérea de Takhli, Tailandia, al resguardo del sol del atardecer y apurando sus últimas horas de descanso cuando frente a ellos apareció la alta figura del Coronel acompañado de dos oficiales. Eran aproximadamente las 6 de la tarde del 21 de noviembre de 1970 y el cálido aire tropical hacía casi insufrible respirar en ese húmedo ambiente, pero sus pensamientos iban más allá de su comodidad personal, ya que por fin iban a conocer el objetivo de la misión para la que se habían presentado voluntarios tres meses atrás, en los lejanos EE.UU. Todos provenían de las Fuerzas Especiales, todos estaban en excelentes condiciones físicas, y todos habían tenido experiencia de combate reciente en Vietnam. Eran los escogidos entre más de 500 voluntarios.
“Vamos a rescatar a 70 prisioneros de guerra americanos, quizás más, de un campo llamado Son Tay. Esto es algo a lo que los prisioneros americanos tienen derecho a esperar de sus compañeros de armas. El objetivo está a 23 millas al oeste de Hanoi”
Con estas palabras se dirigía a sus hombres el mítico Coronel Arthur “Bull” Simons, uno de los hombres más condecorados de la historia militar de EE.UU. Estos estallaron en júbilo y rompieron en aplausos. Se sabía de la existencia de más de 450 prisioneros de guerra norteamericanos, alguno de ellos con más de 2.000 días de cautiverio sufriendo torturas, hambre, privación de sueño… y por fin parecía que alguien se había acordado de ellos y había decidido tomar cartas en el asunto.
Pero lo que desconocían estos soldados era que todo había empezado mucho antes.
Momento en que el Coronel "Bull" Simons hablaba a los "Son Tay Raiders"
LOS S.O.G.
Casi desde el mismo momento en que el primer “asesor” norteamericano pisó Vietnam del Sur, nacieron los S.O.G. en estrechísima colaboración con la CIA y otras redes de Inteligencia.
Los Special Operations Groups se escondían tras el acrónimo oficial de Studies and Observations Groups con el que pretendían ocultar la verdadera naturaleza de sus misiones que no eran otras que las de inteligencia, contrainteligencia, sabotaje, eliminación de objetivos, etc, etc, etc. En el Sudeste Asiático los S.O.G. se estructuraban en tres Mandos “de campo”: el Command and Control North (CCN), el Command and Control Central (CCC) y el Command and Control South (CCS). Obviamente, dada su área de responsabilidad geográfica, cada uno de estos Mandos realizaba distintos tipos de operaciones, correspondiendo sin ningún género de dudas las más delicadas al CCN, siendo el más importante y numeroso en efectivos de los tres.
El primer proyecto exitoso del CCN fue SHINING BRASS, una iniciativa del ya mencionado Coronel Simons. SHINING BRASS era un conjunto de operaciones en territorio de Vietnam del Norte en el que los equipos de operaciones especiales se infiltraban desde la frontera del vecino Reino de Laos por medio de helicópteros que volaban en vuelo rasante por una serie de rutas ya exploradas y calificadas como “seguras”. Sus misiones eran variadas, e iban desde la recogida de información al más puro estilo, hasta los golpes de mano, pasando por la confirmación de los daños provocados en las misiones Rolling Thunder de los B-52, el secuestro de oficiales o portadores de cualquier información sensible, las emboscadas a partidas tanto del EVN como del Viet Cong o el Pathet Lao (guerrillas comunista de Laos)… o la identificación de posibles campos de prisioneros donde tuvieran retenidos a norteamericanos.
Imagen repetida muchas veces en el marco de las operaciones "Shining Brass"
Hacia 1966, Simons era el comandante del grupo OP-35, que comprendía a los SOG’s responsables de todas las operaciones de cruce de frontera en Laos y más tarde en Vietnam del Norte, para recogida de información así como la posible liberación de prisioneros de guerra (misiones BRIGHT LIGHT). Dentro de esos SOG’s Simons contaba con dos oficiales de su completa confianza, el Capitán Dick Meadowsy el Teniente Coronel Elliot Sydnor, a los que incorporaría en la operación de Son Tay. Fue durante esta época, ya en 1967, cuando se empezó a materializar la idea de una operación de rescate en este campo de prisioneros, pero finalmente no fue aprobada y la documentación archivada aparentemente para siempre.
Sin embargo, estos trabajos tempranos constituirían tres años más tarde la base para lo que se conocería como IVORY COAST.
POLAR CIRCLE
El 9 de mayo de 1970, los analistas del 1127th Field Activities Group analizaron fotografías de aviones de reconocimiento tomadas sobre los posibles campos de prisioneros al oeste de Hanoi, descubriendo en uno de ellos cercano a la localidad de Son Tay una enorme letra “K” dibujada en la tierra del patio. Esta insignificante letra era realmente un código ideado por las Fuerzas Aéreas para los pilotos derribados que podían así indicar dónde se encontraban recluidos. Su significado era simple: “Come, get us” (Venid, recogednos). Inmediatamente se empezó a estudiar este campo de prisioneros y así, fotografías tomadas por más aviones Lockheed SR-71 Blackbird, por drones no tripulados Ryan 147SC Buffalo Hunter, y por un satélite de reconocimiento “Big Bird” confirmaron que Son Tay se encontraba “en activo”, con al menos 55 prisioneros.
Lockheed SR-71 Blackbird
Ryan 147SC Buffalo Hunter
Campo de prisioneros de Son Tay, Vietnam del Norte
El 25 de mayo hubo una reunión en el Pentágono con el General de Brigada Donald Blackburn, del Special Assistant for Counterinsurgency and Special Activities (SACSA), que dependía directamente del Jefe del Estado Mayor Conjunto, General Earle G. Wheeler. Blackburn no era nuevo precisamente en el negocio de las operaciones especiales, ya que de hecho había sido el primer comandante de los S.O.G. en Vietnam y entre sus hechos de armas contaba el de la organización de las guerrillas filipinas que lucharon contra los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial. Finalmente Wheeler autorizó la creación de un grupo de planificación para estudiar la viabilidad de una posible misión de rescate en Son Tay, formado por únicamente 15 personas para mantenerlo en el mayor secreto posible bajo el nombre clave dePOLAR CIRCLE. Este grupo concluyó que había en el campo al menos 61 prisioneros norteamericanos, e igualmente analizó las posibilidades de la operación.
El campo se encontraba en una zona despejada y rodeada de arrozales, pero había en él una arboleda con troncos que superaban los 12 metros de altura. Además, se sabía que muy cerca tenía su cuartel el 12º Regimiento de Infantería del NVA, una escuela de Artillería, una unidad logística y una batería de defensa antiaérea. Unos 12.000 posibles defensores. Para complicar aún más las cosas, la base aérea norvietnamita de Phuc Yen distaba a tan sólo 20 millas al noroeste.
Sin embargo, el peligro más inmediato lo componía el complejo denominado “Escuela Secundaria” a unos 450 metros al sur del campo de prisioneros y en el que se estimaba que se alojaba la guarnición de unos 45 guardias del campo mismo. Los prisioneros ocupaban cuatro grandes edificios en el centro del campo rodeados por un muro de 2,50 metros y 3 torres de observación. Dado el pequeño tamaño del campo, sólo un helicóptero podría aterrizar entre los muros, con lo que el resto tendrían que aterrizar fuera del complejo.
Igualmente había que tener en cuenta el factor meteorológico, ya que estaban en plena época de monzones y éstos no se preveían que terminaran hasta el otoño. Finalmente, POLAR CIRCLE concluyó que el rescate sería factible, pero no antes de octubre, con los monzones pasados y la luna lo suficientemente alta para dar una buena visibilidad en una operación nocturna.
Tras rechazar Wheeler la solicitud del propio Blackburn para liderar la operación en tierra, éste recomendó a un hombre de su confianza, el ya mencionado Coronel Arthur “Bull” Simons. Sin embargo, dado lo complejo de la operación, ésta sería coordinada por un oficial superior, el General de Brigada de las Fuerzas Aéreas Leroy J. Manor, Comandante de las unidades de Operaciones Especiales de la USAF, quien se encargaría de la planificación de la operación. Simons por su parte reclutaría a las fuerzas de tierra en Fort Bragg, Carolina del Norte, en un número máximo de 103 voluntarios escogidos entre los grupos 6º y 7º de Fuerzas Especiales, y para preparar la operación en sí estos se reunirían con las tripulaciones aéreas en la base de las Fuerzas Aéreas de Eglin, Florida. Para coordinar el componente aéreo y terrestre de la misión se creó el Grupo Conjunto para Tareas de Contingencia, o Joint Contingency Task Group, que recibió el nombre clave de IVORY COAST.
IVORY COAST
Aparte de los 103 miembros del US ARMY se seleccionaron otros 116 hombres entre el personal de la USAF que tomarían parte directa en la misión. La selección de la base de Eglin no era casual, ya que al estar allí basado el Mando de Operaciones Especiales de la USAF que dirigía Manor, a nadie extrañaba el ver personal de otros servicios como el Ejército o la Armada, por lo que no se harían preguntas incómodas al ver a tanto individuo de las Fuerzas Especiales del Ejército.
El Grupo de Planificación dirigido por Manor estableció unos parámetros para un raid nocturno, exigiéndose como puntos clave que se tratara de una noche clara, con luna de cuarto creciente o menguante como mínimo y a no menos de 35 grados sobre el horizonte para gozar de una visibilidad óptima para el vuelo nocturno a ras de suelo. Bajo estas premisas se identificaron dos posibles “ventanas” para la misión, la primera entre el 18 y el 25 de Octubre, y la segunda entre el 18 y el 25 de Noviembre. Para el entrenamiento se fabricó una réplica a escala real del complejo de prisioneros ubicada en una zona de la base de Eglin conocida como Duke Field o “Eglin Auxiliary Camp 3” a un coste de 60.000 USD de la época. La importancia de la misión obligaba a montar y desmontar esta maqueta real, denominadaBARBARA, dos veces al día para evitar que fuera identificada por el satélite espía ruso Cosmos 355, pero se demostró un elemento vital para el éxito de la misión. El 20 de agosto comienza el entrenamiento exhaustivo de los hombres que incluía vuelos nocturnos en formación cerrada y asaltos simulados a BARBARA.
Modelo a escala de BARBARA que sirvió para la planificación de la misión
Tras 170 ensayos simulados en BARBARA, Manor finalmente informó el 24 de Septiembre al Secretario de Defensa, Melvin Laird, que todo estaba listo para realizar la incursión durante la “ventana” de Octubre. Sin embargo, tras una reunión mantenida en la Casa Blanca el 8 de Octubre con el Asesor de Seguridad Nacional, Dr. Henry Kissinger, el raid fue pospuesto hasta Noviembre, ya que Nixon se encontraba ausente y por tanto no podía aprobar la operación para octubre.
Manor y Simons aprovecharon estos 30 días extra para terminar de atar cabos. Así, se reunieron en Hawaii con el Comandante en Jefe del Pacífico, Almirante John McCain, para posteriormente reunirse a bordo del portaaviones USS Oriskany con el Almirante Fred Bardshar, Comandante de la División de Portaaviones 5 perteneciente a la Task Force 77, cuyos buques operaban desde “Yankee Station” en el Golfo de Tonkin frente a Vietnam del Norte, a fin de organizar un gran ataque de diversión que mantuviera entretenidas a las fuerzas de defensa norvietnamitas la noche de la incursión.
Finalmente, el 10 de Noviembre, los dos Lockheed MC-130 Combat Talon de Operaciones Especiales asignados a la misión partieron con destino a Thakli, Tailandia. Otros 4 grandes reactores Lockheed C-141 Starlifter transportaron al resto del personal involucrado el 14 del mismo mes hacia Takhli donde fueron alojados en unas instalaciones seguras que la CIA regentaba en dicha base aérea tailandesa.
Locheed MC-130 Combat Talon. Versión de operaciones especiales del famoso transporte C-130 Hércules
Se sumaron a la misión cinco aviones Republic F-105 G Wild Weasel con base en Korat, Tailandia, que se encargarían de anular las defensas antiaéreas y los temidos SAM (Surface to Air Missile). Junto a los F-105 se añadieron diez McDonnell Douglas F-4 E Phantom II basados en Ubon, Tailandia, que darían cobertura aérea frente a la amenaza de los MIG norvietnamitas, e igualmente participarían como apoyo aéreo cercano cinco viejos pero efectivos Douglas A-1 Skyraider, apodados cariñosamente “Sandy”, de la también tailandesa base de Nakon Phanom. Para proporcionar combustible contarían con los grandes Boeing KC-135 Stratotanker de U-Tapao, mientras que los helicópteros necesarios para la misión fueron “prestados” desde distintas unidades y reunidos en la base de Udorn.
Republic F-105 Thunderchief en su versión de supresión de defensas antiaéreas "Wild Weasel"
La base de la CIA en Takhli se convirtió en un enjambre de actividad. Se llevaron a cabo cuidadosas inspecciones de las armas y otros equipos, se repartió la munición, y finalmente, Simons, junto con el Teniente Coronel Sydnor que sería el mando directo de las tropas en tierra, y el Capitán Meadows que lideraría el equipo que entrara dentro de la prisión, realizaron la criba final entre los voluntarios seleccionando a los 53 que finalmente les acompañarían. Sin duda, esto fue todo un varapalo para los 44 miembros entrenados y dispuestos que se veían apartados de la misión en el último momento y quedaban relegados a ser el elemento de reserva.
LA MISIÓN
Los 56 Boinas Verdes fueron divididos en tres grupos con diferentes misiones cada uno. El primero sería el Grupo de Asalto BLUEBOY que, liderado por el Capitán Meadows estaría compuesto por 14 hombres cuya misión sería estrellarse de forma controlada directamente dentro del complejo aun sacrificando el helicóptero que los transportaba. Deberían buscar a los prisioneros para posteriormente enlazar con el Grupo de Mando formado por 22 Boinas Verdes al mando del propio Simons que aterrizaría justo fuera del complejo, y haría un agujero en el muro por donde podrían salir los hombres de Meadows junto a los prisioneros. Este Grupo de Mando fue denominado GREENLEAF. Los 20 hombres restantes del Grupo de Apoyo llamado REDWINE proporcionarían seguridad contra las posibles fuerzas de reacción norvietnamitas.
Organigrama de los tres grupos en los helicópteros. Se incluyen los tres miembros de la USAF del BANANA-1, aparte de Simons, Sydnor y Meadows
En total se asignaron para la misión seis helicópteros que se acercarían hacia el objetivo en vuelo rasante guiados por los dos MC-130 Combat Talon que actuarían como sus ojos en la oscuridad gracias a los entonces novísimos equipos FLIR (Forward Looking Infra-Red) con que iban equipados. Un solitario Sikorsky HH-3H Jolly Green Giant con indicativo radio BANANA-1 sería el que llevaría al elementoBLUEBOY y se estrellaría de forma controlada dentro del complejo, siendo destruido con una carga explosiva tras el “aterrizaje”. Los elementos GREENLEAF y REDWINE viajarían en sendos Sikorsky HH-53 Super Jolly Green Giant con indicativos APPLE 1 y APPLE 2, quedando el resto de helicópteros, también HH-53 con indicativos APPLE 3, 4, y 5, orbitando por encima como aparatos de reserva por si alguno de los directamente implicados fallaba, a la par que lanzarían bengalas y darían apoyo con sus Minigun. Todos ellos irían escoltados por los cinco Douglas A-1 Skyraider mencionados cuyos indicativos radio eran PEACH 1 al 5 para el apoyo aéreo cercano (CAS o Close Air Support), y sobre sus cabezas velarían los 10 F-4 E Phantom II y los 5 F-105 G Wild Weasel cuyos indicativos eran FIREBIRD 1 a 5.
Mientras tanto, la Armada lanzaría un ataque de distracción con 57 aeronaves lanzadas desde los portaaviones USS Hancock (CV-19), USS Ranger (CV-61) y USS Oriskany (CV-34) contra la costa de Vietnam del Norte y el puerto de Haiphong.
Sikorsky HH-3 Jolly Green Giant, similar al BANANA-1
Y su hermano mayor, el mucho más poderoso HH-53 Super Jolly Green Giant
Finalmente se recibió el mensaje “RED ROCKET”, que significaba que el Presidente Nixon daba el visto bueno final a la misión. Esta tendría lugar la noche del 21 de Noviembre y recibió finalmente el nombre clave de OPERACIÓN KINGPIN.
KINGPIN
El ruido de los aplausos poco a poco fue muriendo entre los 53 Boinas Verdes tras anunciarles “Bull” Simons el objetivo de la misión, cuando éste continuó con unas palabras más duras:
“No pueden permitir que nada, pero nada, interfiera en la operación… Nuestra misión es rescatar prisioneros, no tomar prisioneros… Si caemos en una trampa, si todo se tuerce y ellos saben que vamos, no sueñen con salir de Vietnam del Norte a menos que tengan alas en los pies. Estaremos a 100 millas de Laos; es la peor parte del mundo para un gran movimiento de retirada. Si ha habido una filtración lo sabremos tan pronto como el segundo o tercer helicóptero se pose; es entonces cuando ellos nos pondrán finos. Si esto ocurre quiero mantener esta fuerza unida. Retrocederemos hasta el río Song Con y por Cristo, déjenles que crucen ese terreno jodidamente abierto. Les haremos pagar a esos hijos de **** por cada pie que hayan cruzado”
Tras realizar una última comprobación del armamento y los respectivos equipos personales, los soldados, conscientes ya de la importancia de su misión, embarcaron finalmente a las 22:00 hrs. en el Hércules que les llevaría al punto de partida de esta misión, la base de la Real Fuerza Aérea Tailandesa de Udorn donde ya les esperaban los seis helicópteros. Nada más aterrizar en Udorn, los hombres embarcaron directamente en los helicópteros, y a las 23:18 hrs. el primero de ellos remontaba el vuelo, despegando el último a las 23:25 hrs.
Diversos momentos previos al despegue para la misión
Imágenes de la formación tras el MC-130 Combat Talon. El primero junto a su ala izquierda es el HH-3 BANANA-1. Nótese la diferencia de tamaño respecto a los HH-53
Tras repostar todos los aparatos desde un HC-130 P con indicativo LIMA 1, cruzaron finalmente la frontera de Vietnam del Norte siguiendo la estela de uno de los MC-130 Combat Talon, mientras el otro MC-130 guiaba a la fuerza de apoyo compuesta por los cinco “Sandy’s” desde Nakon Phanom. Justo cuando llegaban a las últimas alturas antes de llegar al campo, lo que era el IP (Initial Point) acordado, elCombat Talon ascendió hasta los 1.500 pies seguido de los aparatos de reserva, continuando los cuatro aparatos restantes en vuelo rasante hacia el objetivo. APPLE-3 lideraba a la formación en línea, seguido por el BANANA-1 y los APPLE 1 y 2 a intervalos de 45 segundos. La misión del Combat Talon era lanzar bengalas sobre el objetivo, siendo apoyado por los HH-53 de reserva en caso de fallar este cometido, pero no fue necesario.
Justo en el momento en que las bengalas empezaban a iluminar la prisión, aparecía el HH-53 APPLE-3 pilotado por el Mayor Frederick M. “Marty” Donohue que, volando extremadamente bajo realizó una pasada de fuego a las torres de vigilancia con sus Minigun. Eran las 02:18 hrs. e inmediatamente tras la pasada de APPLE-3 y con las torres neutralizadas, hacía acto de presencia el HH-3 BANANA-1, que tripulado por el Mayor Herb Kalen, el Teniente Coronel Herb Zhender y el Sargento LeRoy Wright, y con el grupo del Capitán Meadows y sus otros trece hombres a bordo, realizaba su último aterrizaje en el pequeño patio del campo de prisioneros justo a la hora prevista.
El Grupo de Asalto BLUEBOY en el interior del BANANA-1. El primero de la izquierda es el Capitán Meadows
El aterrizaje fue duro, pero exitoso. Los rotores chocaron con algunos de los troncos de los altos árboles, destrozándose las palas, y desafortunadamente la fuerza del impacto provocó que un extintor se soltara y le cayera encima al Sargento LeRoy Wright, el Ingeniero de Vuelo, fracturándole un tobillo. Pero, pese a que esto sin duda le provocaría un intenso dolor, tal vez por la subida de adrenalina el sargento continuó haciendo su trabajo como si nada actuando como uno más de los miembros de la fuerza de asalto de Meadows (esto le valdría ser condecorado con la Cruz de la Fuerza Aérea por el Presidente Nixon).
Pintura recreando el aterrizaje del BANANA-1 en el patio de Son Tay
No había terminado aún el estruendo del duro aterrizaje cuando Meadows y sus hombres a los que se les habían unido los tripulantes del helicóptero siniestrado entraron en acción. Con megáfonos anunciando a los posibles prisioneros que eran una fuerza de rescate y que debían permanecer cuerpo a tierra para evitar ser alcanzados, fueron eliminando uno a uno a los pocos defensores que a medio vestir les salieron a su paso, despejando el campo de enemigos a los pocos segundos. Sin embargo quedaba lo más importante: liberar a los prisioneros. Desgraciadamente, tras revisar choza por choza la fuerza de asalto comprobó que el peor de los presagios se había cumplido: el campo estaba vacío de prisioneros.
Sin ser advertido por ninguno de los vuelos de reconocimiento, el 14 de julio y debido a los monzones se había desbordado el Río Rojo que colindaba con el campo de Son Tay, y las autoridades habían decidido trasladar a los prisioneros a otro campo en la cercana localidad de Dong Hoi, 15 millas al este de Son Tay.
Sin apenas poder reflexionar sobre la malograda misión, los hombres de Meadows se apresuraron a colocar la carga con temporizador en el HH-3 que les había llevado hasta allí, tras lo que colocaron igualmente otra carga en el muro sudoeste para hacer el agujero por donde supuestamente tendrían que haber sacado a los prisioneros y enlazado con el equipo GREENLEAF de Simons, aunque al que encontraron fue al REDWINE del Teniente Coronel Bud Sydnor que había sido transportado en el APPLE-2 pilotado por el Teniente Coronel John Allison.
El HH-53 APPLE-1 pilotado por el Teniente Coronel Warner A. Britton, y con el Coronel Simons y el elemento GREENLEAF a bordo, y que tenía que haber aterrizado en el lado sur para extraer a los prisioneros, incomprensiblemente confundió su punto de aterrizaje y fue parar a 200 metros al sur del objetivo, justo frente a la “Escuela de Secundaria” donde se alojaba el grueso de la guarnición del campo. El tiroteo comenzó de forma inmediata, pero mientras que la fuerza atacante contaba con el factor sorpresa, los defensores aún estaban tomando conciencia de lo que estaba pasando, ya que en modo alguno esperaban ser atacados en pleno corazón de Vietnam del Norte, y la veintena de hombres de Simons dieron cuenta rápida de unos 200 soldados norvietnamitas durante los 9 minutos que permanecieron en el lugar antes de reembarcar en el HH-53, dirigiéndose esta vez al punto correcto. Puede decirse que el error casi fue una suerte, ya que de un plumazo habían aniquilado a la fuerza de reacción enemiga más cercana, y por tanto la única que podría haber realmente comprometido la misión.
La actividad enemiga poco a poco se iba incrementando y no menos de 14 o 16 misiles SAM fueron lanzados en la dirección de Son Tay. Uno de ellos explotó muy cerca del F-105 G FIREBIRD-3, pero aparentemente no le afectó y pudo continuar su misión. Otro sin embargo impactó también muy cerca del FIREBIRD-5, infligiéndole daños en su sistema hidráulico y en el del combustible, teniendo que abandonar sus dos tripulantes, el Mayor Kilgus y el Capitán Lowry el aparato al poco tiempo, aunque fueron rescatados ilesos por los APPLE-4 y 5.
Republic F-105 Thunderchief. El "Thud" fue el avión que más salidas de combate realizó durante la guerra de Vietnam. Totalizaron más de 20.000 misiones de bombardeo, lo que supuso el 75% del total de misiones de este tipo durante toda la guerra.
Mientras tanto, los A-1 “Sandy’s” habían llegado a la zona siguiendo al otro Combat Talon, e inmediatamente empezaron a realizar su trabajo con la eficacia acostumbrada, destruyendo los puentes de acceso desde la localidad de Son Tay al campo, y destruyendo lo que pareció ser un complejo químico por las enormes explosiones que se provocaron, iluminando completamente el área de la acción.
Douglas A-1 E Skyraider junto a un HH-53. Nacido al final de la Segunda Guerra Mundial, el "Sandy" se demostró como un aparato de incalculable valor para las misiones de apoyo aéreo, dada la enorme capacidad de carga y su capacidad de recibir fuego enemigo y volver a casa
En tierra, el Capitán Meadows comunicó por radio el mensaje “NEGATIVE ITEMS” que indicaba que no había prisioneros en el campo, por lo que Simons ordenó el inmediato embarque de las tropas en tierra en los helicópteros para emprender la huida a la seguridad de Tailandia. Habían estado en tierra un total de 29 minutos, de los 30 previstos para la misión. Al tobillo roto del Sargento Wright había que añadir un balazo limpio en el muslo del Sargento Murray como únicas “bajas” en la misión. Por el contrario, la fuerza enemiga eliminada se estimaba entre unos 100 y 200 soldados, incluyendo algunos caucásicos, altos, rubios y de ojos azules… aunque este detalle nunca se terminó de confirmar pese a que fueron varios los “Son Tay Raiders” que informaron de su presencia.
Con todos a bordo, la fuerza de ataque emprendió el camino de regreso a Udorn dejando como único testimonio de su visita un reguero de enemigos abatidos y los restos del BANANA-1. Pese a haber participado en una acción brillantemente ejecutada, en el ambiente reinaba el desánimo general por no haber encontrado prisioneros en el campo. Por la razón que fuera, habían fallado a sus compañeros de milicia... pero no sabían que habían hecho mucho más por ellos de lo que se podían imaginar.
Los restos del BANANA-1 en el patio de Son Tay. Los norvietnamitas tomaron buena nota de la misión y se dieron cuenta que no eran invulnerables en el Norte. Si los americanos lo habían hecho una vez, nada les impedía volver a intentarlo
CONCLUSIÓN
Pese a que inicialmente pudo parecer un fracaso, la misión en sí fue un éxito y si no fue un éxito total se debió a errores de Inteligencia, pero no de la magistral ejecución de la misma llevada a cabo por los Boinas Verdes. La consecuencia más directa es que los norvietnamitas concentraron a todos los prisioneros norteamericanos en Hanoi, en el infame “Hanoi Hilton”, abandonando definitivamente todos los campos dispersos en Vietnam del Norte donde muchos sufrieron torturas y aislamiento por parte de despóticos jefes locales. Y aunque las vejaciones y el maltrato seguieron pero en menor medida, el trato a los prisioneros mejoró sensiblemente respecto de los campos “rurales”, y entrar en contacto con otros compatriotas elevó la moral de los mismos e incrementó enormemente su voluntad de resistir su cautiverio. No pudieron sacarles de su infierno, pero habían recibido el mensaje de que no se les había olvidado ni estaban solos, siendo este un sentimiento prácticamente unánime entre los prisioneros entrevistados tras su liberación como consecuencia de los Acuerdos de París.
Por la acción en Son Tay, los miembros de la Task Force, los “Son Tay Raiders”, recibieron seis Cruces de Servicios Distinguidos, cinco Cruces de la Fuerza Aérea, y ochenta y tres Estrellas de Plata, y esta acción es habitualmente tratada como ejemplo en las academias militares sobre cómo ejecutar una operación de rescate en territorio enemigo.
El Secretario de Defensa, Melvin Laird condecorando a los "Son Tay Raiders" en Fort Bragg
Los artífices del raid reunidos con el Presidente Nixon en la Casa Blanca. El tercero por la izquierda es Simons, y entre él y Nixon, el General Manor
El Coronel Arthur D. Simons se retiró del Ejército el 31 de julio de 1971, mudándose con su familia a una pequeña granja en Red Bay, Florida. Sin embargo, a finales de 1978 contactó con él el magnate tejano Ross Perot, quien le solicitó ayuda para idear una operación de rescate de dos ejecutivos de su compañía, la Electronic Data Systems, Inc. (EDS) que habían sido arrestados en Irán justo antes de laRevolución Islámica y se encontraban recluidos en la prisión de Gazre, en Teherán. Como era de esperar, la operación fue un éxito. Simons organizó un motín que permitió la huida de nada menos que 11.000 presos, incluidos los dos norteamericanos que fueron sacados del país por la frontera con Turquía y llevados a EE.UU. por el propio Simons, pero tan sólo tres meses más tarde y mientras se encontraba de vacaciones en el famoso ski resort de Vail, Colorado, el “Toro” Simons sucumbió a un ataque al corazón a la edad de 60 años.
Estatua en honor del Coronel Arthur D. "Bull" Simons eregida en Fort Bragg, hogar de los Boinas Verdes
"Son Tay Awards for Valor"
United States Army
Distinguished Service Cross
COL Arthur D. Simons
LTC Elliot P. Sydnor
CPT Richard J. Meadows
MSG Thomas J. Jemmer
SFC Tyrone J. Adderly
SSG Thomas E. Powell
Silver Star
LTC Joseph R. Cataldo
CPT Thomas W. Jaeger
CPT James W. McClam
CPT Dan H. McKinney
CPT Eric J. Nelson
CPT Glenn R. Rouse
CPT Daniel Turner
CPT Udo H. Walther
1LT George W. Petrie, Jr.
MSG Calen C. Kittleson
MSG Joseph W. Lupyak
MSG Billy K. Moore
MSG Herman Spencer
SFC Donald D. Blackard
SFC Earl Bleacher, Jr.
SFC Leroy N. Carlson
SFC Anthony Dodge
SFC Freddie D. Doss
SFC Jerry W. Hill
SFC Marion S. Howell
SFC John Jakovenko
SFC Jack G. Joplin
SFC Daniel Jurich
SFC David A. Lawhon, Jr.
SFC Gregory T. McGuire
SFC Billy R. Martin
SFC Charles Masten
SFC Donald R. Wingrove
SFC Joseph M. Murray
SFC Noe Quezada
SFC Lorenzo Robbins
SFC Ronnie Strahan
SFC Salvador M. Suarez
SFC Donald E. Taapken
SFC William L. Tapley
SFC Richard W. Valentine
SSG Charles G. Ericson
SSG Kenneth E. McMullen
SSG Walter L. Miller
SSG Robert F. Nelson
SSG David Nickerson
SSG Paul F. Poole
SSG John E. Rodriquez
SSG Lawrence Young
SGT Terry L. Buckler
SGT Gary D. Keel
SGT Keith R. Medenski
SGT Franklin D. Roe
SGT Patrick St. Clair
SGT Marshal A. Thomas
Distinguished Flying Cross
1LT George W. Williams
CWO Ronald J. Exley
CWO Jackie H. Keele
CWO John J. Ward
United States Air Force
Distinguished Service Medal
Brigadier General Leroy J. Manor
Air Force Cross
LTC John V. Allison
LTC Warner A. Britton
MAJ Frederic M. Donahue
MAJ Herbert D. Kalen
TSG Leroy M. Wright
Silver Star
LTC Albert P. Blosch
LTC Royal A. Brown, Jr.
LTC Herbert R. Zehnder
MAJ Eustace M. Bunn
MAJ Irl L. Franklin
MAJ John Gargus
MAJ James R. Grochnauer
MAJ Alfred C. Montrem
MAJ Kenneth D. Murphy
MAJ Harry L. Pannill
MAJ Edwin J. Rhein
MAJ Richard S. Skeels
MAJ John C. Squires
CAPT John M. Connaughton
CAPT David M. Kender
CAPT Norman C. Mazurek
CAPT Thomas L. Stiles
CAPT William D. Stripling
CAPT Thomas R. Waldron
MSgt Harold W. Harvey
MSgt David V. McLeod, Jr.
MSgt Maurice F. Tasker
TSgt Dallas R. Criner
TSgt Billy J. Elliston
TSgt William E. Lester
TSgt Charles J. Montgomery, Jr.
TSgt Jimmy O. Riggs
TSgt Paul W. Stierwalt
TSgt Lawrence Wellington
SSgt Daniel E. Galde
SSgt Melvin B. D. Gibson
SSgt Aron P. Hodges
SSgt Donald LaBarre
SSgt James J. Rogers
SSgt Angus W. Sowell, III
El Coronel Simons condecorado por el Presidente Nixon en persona
Un saludo, Skipper.
* Publicado originalmente en abril de 2011